La entidad bancaria andaluza Unicaja someterá a la aprobación de sus accionistas el mes que viene su proyectada salida a bolsa, en un momento que varias entidades han salido o tienen planes de saltar al mercado bursátil español.

En un comunicado enviado en la noche del viernes, Unicaja dijo que ha convocado una junta para el 26 de abril en la que se votará la emisión de nuevas acciones con nominal de 625 millones de euros. "El aumento de capital tendrá un contravalor en euros que se fijará a partir de lo que resulte de la prospección de demanda, que determinará la prima que corresponda", dijo el grupo andaluz, que tampoco dio pistas sobre el calendario de la oferta.

Unicaja, que se había comprometido a salir a bolsa en el marco de la fusión con varias cajas de ahorro de Castilla y León que recibieron ayudas públicas, tuvo que posponer sus planes el año pasado porque las condiciones del mercado español se complicaron ante la falta de Gobierno. En enero de este año, las autoridades europeas ampliaron el plazo para la operación, que en principio era finales de 2016.

Oficina de Unicaja. REUTERS

El repunte experimentado por la renta variable este año (el Ibex se revaloriza un 10,4% en lo que llevamos de 2017) ha animado a más empresas españolas a salir a bolsa después de la sequía del año pasado, con el Gobierno en funciones durante diez meses tras dos elecciones inconclusas.

En marzo, Prosegur Cash, la filial de gestión de caudales de Prosegur, se convirtió en la primera empresa española en salir al principal mercado doméstico desde Coca Cola European Partners el pasado junio. La inmobiliaria Neinor saltará al parqué el miércoles que viene y el grupo de componentes automovilísticos Gestamp tiene previsto debutar en abril en una de las mayores salidas a bolsa de Europa este año.

La OPS de Unicaja también reanimaría al sector bancario doméstico en un momento en que el Gobierno trata de recuperar parte de los fondos públicos que empleó en rescatar varias entidades tras el estallido de la burbuja inmobiliaria que le forzó a pedir ayudas a Europa en 2012.

Bankia, controlada por el Estado y que fue la mayor beneficiaria de los fondos de rescate europeos, previsiblemente va a fusionarse con BMN, también seminacionalizada. La privatización de estas dos entidades, que combinan activos por 230.000 millones de euros, marcaría una de las últimas etapas en el saneamiento del sector bancario español.