MADRID.- ACS obtuvo un beneficio neto de 570 millones de euros en los nueve primeros meses del año, lo que supone un descenso del 0,7% respecto al ejercicio anterior, afectado por el descenso de actividad de su filial australiana Cimic, derivado de la reestructuración que acomete en esta compañía. El resultado del grupo que preside Florentino Pérez también se ve también impactado por los resultados extraordinarios que contabilizó un año antes.

Además, ACS aún no recoge en sus cuentas trimestrales la venta de su filial de servicios Urbaser a una firma china, dado que la operación está a la espera de recibir las preceptivas autorizaciones para cerrarse.

En el plano operativo, el grupo redujo un 7% sus ingresos entre los pasados meses de enero y septiembre, hasta los 23.371 millones de euros, como consecuencia del descenso de actividad en Australia y la continua caída del negocio en España. El beneficio bruto de explotación (Ebitda), de su lado, cae un 6,3%, hasta 1.513 millones.

ACS logró el 86% de sus ingresos del exterior, fundamentalmente de Estados Unidos y Canadá, que se mantienen como primer mercado de ACS al generar casi la mitad del total (un 46%), por delante de la zona de Asia Pacífico que, pese a la caída, aportó otro 25%. Por contra, el negocio de la compañía en España se anotó un descenso del 16,3% y supuso un 13% del total, unos 3.197 millones de euros.

En el capítulo financiero, ACS recortó en un 29% su endeudamiento en el último año, de forma que a cierre del pasado mes de septiembre lo había reducido por debajo de la cota de los 3.000 millones de euros y al cierre de septiembre se situaba en 2.520 millones.