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Y de repente un estrago

Al Barça se le atraganta el Rubín Kazan, que en dos minutos pasó de defender el 0-0 a proteger el 0-1 y cuando mejor estaban los azulgrana remató a la contra. El golazo de Ibrahimovic fue baldío

ENRIQUE MARÍN

'Espero que Dios escuche nuestras plegarias', pidió Berdyev, entrenador del Rubín, rosario en mano. Y Dios no tardó en escuchar al técnico tártaro. A los 36 segundos, Iniesta cayó dentro del área pequeña sin que el árbitro francés viera (o señalara) penalti, y, cuarenta segundos después, Ryazantsev sorprendió a Valdés con un derechazo desde Kazan que se coló ajustado al palo. Malos presagios para el Barça.

Con un gol a favor a los dos minutos de partido, el mismo planteamiento concebido para el 0-0 se transformó automáticamente en válido para aspirar al 0-1. La nada pretenciosa propuesta de los rusos se veía recompensada sin apenas tiempo para que el Barça tomara conciencia de lo que le esperaba. A los azulgrana les tocaba remontar y para ello no cabían las prisas, sino la pausa. Del mismo modo que el Rubín tenía por delante 88 minutos para defender su ventaja, el equipo de Guardiola disponía del mismo tiempo para marcar al menos dos goles. Pero este Barça no termina de estar fino. Le cuesta hilvanar las jugadas. Si Xavi e Iniesta no enhebran sus agujas, el fútbol posicional se deshilacha y las imprecisiones impiden que la superioridad se efectiva. Aún así, el balón sólo lo tenía el Barça y la cuestión era si los azulgrana serían capaces de saber qué hacer con él.

En contra, la exigencia física que planteaba el Rubín con su buen posicionamiento y la psicológica que supone jugar a remolque. Messi intentó desequilibrar por su cuenta, pero sin éxito. Guardiola sabe de la importancia del argentino, de ahí que al contrario que Maradona le quite responsabilidades y le dé confianza. Según Pep, Messi puede jugar mal las veces que le dé la gana. Pues que conste que ayer no estuvo acertado.

Tener muchos jugadores cerca del balón y en todas las zonas del campo es una premisa para defender y atacar todos juntos, pero si la transición no es precisa, y por tanto rápida, el rival defiende mucho más cómodo y hasta se permite estirar sus líneas para extender la presión. Así lo hizo el Rubín Kazan, que se vio, y sorprendió, demasiado cómodo defendiendo su valiosa renta.

Guardiola debía ajustar sus piezas. Un dato: en el primer tiempo Xavi había sido el futbolista del Barça que más había corrido, una mala señal, pues lo que debe hacer correr Xavi con precisión, y por tanto velocidad, es el balón. Claro que pasa eso le hacía falta tener referencias de pase.

Y dicho y hecho. A los pocos minutos de la reanudación, Xavi vio el movimiento de ruptura de Ibrahimovic, una de sus grandes virtudes, y el sueco se sacó un zapatazo cruzado que supuso su primer gol con el Barça en Liga de Campeones (sexto de la temporada) y el empate.

El Rubín notó el golpe y el Barça lubricó su fútbol gracias a Xavi, pues Iniesta estuvo sorprendentemente desacertado. Ahora sí, los tártaros se fueron atrincherando cada vez con más descaro y menos vergüenza. Rara vez salían de la cueva, cercada, pero no asaltada, por el Barça. El peligro era que el Chori Domínguez, sacara petróleo de alguna contra, como así ocurrió. Las plegarias de Berdyev volvieron a ser escuchadas y, cuando todo apuntaba al 2-1, una pérdida en el centro del campo fue aprovecha por el Rubin para marcar el 1-2. Ibrahimovic y Touré rozaron el empate en sendos lanzamientos al palo, pero la derrota del Barça parecía escrita.

Ganar al Rubín era importante para encarrilar el pase a octavos y afrontar con tranquilidad los viajes en pleno invierno a Kazan y Kiev. Sin embargo, tras la inesperada derrota, el Barça tendrá que sumar en ambos desplazamientos y recibir al Inter de Etoo en la última jornada en un partido que promete emociones fuertes.

Barcelona (1): Valdés; Dani Alves (Sergio Busquets, m. 90+2), Piqué, Márquez (Keita, m. 80), Abidal; Xavi, Touré, Iniesta; Messi, Ibrahimovic y Pedro (Bojan, m. 66).

Rubín Kazan (2): Ryzhikov; Salukvadze, Sharonov, César Navas, Ansaldi; Kaleshin, Semak (Murawski, m. 43), Noboa, Ryazantsev (Kasaev, m. 83); Karadeniz (Popov, m. 90+2) y Domínguez.

Goles: 0-1. M. 2. Ryazantsev marca de tiro con la derecha desde fuera del área. 1-1. M. 48. Ibrahimovic recibe un pase bombeado de Xavi y cruza con la derecha al palo contrario del guardameta ruso. 1-2. M. 75. Karadeniz, a pase de Domínguez, fusila a Valdés en un rápido contraataque.

Árbitro: Duhamel (Francia). Mostró tarjeta amarilla a Iniesta, Murawski, Dani Alves y Ansaldi.

Camp Nou: 55.930 espectadores.

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