El infierno del Estadio Ali Sami Yen se convirtió este miércoles en un cementerio antes incluso de que Riera, a pase del sustituto Dani Güiza, sellara la derrota del equipo local. Los aficionados turcos perdieron la fe en su equipo según avanzaba la segunda mitad. Todo había empezado como se esperaba. El infierno estaba en plena ebullición más de una hora antes del comienzo del partido.

La gradas del Ali Sami Yen estaban casi llenas de una masa en rojo y blanco que enseñaba coreografías con miles de globos y banderas gigantes. 'Oh dios mío, los turcos están llegando', saludaba una pancarta en castellano. No hubo igualdad de oportunidades: a Manolo el del Bombo no le permitieron entrar con su tambor. Poco antes de que salieran los dos equipo del túnel, de repente, un silencio sepulcral se apoderó de la arena, donde oficialmente había 21.000 espectadores. Una falsa calma calculada para aumentar el efecto de la bienvenida aterradora cuando los jugadores saltaron al césped.

La peor parte de la afición turca se la llevó el protagonista del gol de la victoria. Cuando Dani Güiza salió al campo, la grada se animó con una pitada monumental contra el jugador del Fenerbahce, el gran rival del equipo local, el Galatasary. Cuando se acercaba a dar la camiseta a los escasos seguidores españoles después del final, le llovieron botellas, mecheros y otros objetos desde el público turco. 'Es normal cuando juegas en el campo del rival. Pero me voy muy contento porque hemos ganado', dijo Güiza. 'Siempre he dicho que este campo nos perjudicaría un poco'.

Vicente del Bosque elogió la eficacia del delantero que ayer lucía el número siete, debido a la lesión de David Villa. 'Siempre he dicho que Dani es un buen jugador complementario para los demás delanteros. Le saqué en los últimos minutos porque pensaba que era el jugador más adecuado para este tipo de partido, es más veloz que Fernando Llorente', dijo el seleccionador. 'Es un jugador que debemos apreciar', dijo. Güiza no parece estar molesto con su situación de suplente. 'Lo importante es jugar. Si me dan cinco minutos, pues juego cinco, si son dos, dos', comentó el único jugador que no tomó el vuelo de vuelta a España anoche.

Del Bosque también destacó la importancia de la remontada gracias al empuje en los últimos minutos a pesar de que España, a diferencia de Turquía, podía haberse conformado con el empate. 'Cuando quedaban diez minutos no hemos retrasado el juego, apostamos por ganar', dijo el salmantino.