En Fórmula 1 no existe la piedad. Ni siquiera con tipos como Pedro de la Rosa, cuya profesionalidad y esfuerzo le han llevado a buscar con ahínco un volante durante tres eternos años de espera como probador de McLaren. Cuando lo ha conseguido, las tres primeras carreras del año le comienzan a pasar factura. Así, el suizo Peter Sauber, propietario de la escudería que lleva su apellido y en la que corre De la Rosa, ha declarado públicamente que el proceso de adaptación del piloto español 'está siendo más exigente de lo previsto'.

El equipo austriaco, con De la Rosa y el japonés Kobayashi como pilotos oficiales, ha protagonizado un decepcionante comienzo de Mundial, ya que sólo ha podido llevar a la meta un solo coche en una las tres carreras -el del español, 12º en el GP de Asutralia- y no ha sumado ni un punto.

'Estoy convencido de que el hecho de que nuestros dos pilotos sean nuevos en el equipo juega un cierto papel en el asunto', declaró Sauber en la página web oficial de la F1. Y no quiso responder si se arrepentía de haber alineado a un veterano, De la Rosa (39 años), junto a un novato, Kobayashi (23):

'Necesitas un montón de dinero con los equipos pequeños'

'No quiero tocar el tema de los pilotos porque sería inapropiado. Lo cierto es que tomamos esa decisión y los argumentos en que se basó siguen siendo válidos. Lo que probablemente subestimamos es el tiempo que necesitarían los pilotos para familiarizarse con el equipo y el coche. Pedro, después de varios años como probador, vuelve ahora a pilotar y ese proceso de adaptación es probablemente más exigente de lo que habíamos previsto'.

De la Rosa afirmó recientemente que 'no volverá a pasar' lo sucedido en el GP de Malasia, en el que no pudo tomar la salida al romperse su coche durante la vuelta de formación.

La rumorología, otro de los grandes vicios del paddock, ya coloca a Pastor Maldonado, piloto de GP2, en el asiento de Pedro de la Rosa. El venezolano ha negado cualquier conversación con la escudería austriaca, aunque sin excesiva rotundidad. 'Por el momento, no', ha dicho.

Y, a modo de aviso, matiza: 'Estamos tratando de entrar en la F1. Por cierto, no es fácil, creo que hoy en día es difícil para todos los pilotos. Necesitas un montón de dinero con los equipos pequeños. Vamos a tratar de entrar en un equipo medio o grande, que es mejor en su debido momento, ya que encontrar el dinero para un equipo grande es casi imposible'. Sauber es precisamente un equipo de ese perfil y, a diferencia de lo que le sucede a De la Rosa, Maldonado cuenta con un poderoso patrocinador, la empresa estatal Petróleos de Venezuela.