Sin duda uno de los días más atractivos del All-Star Weekend es la jornada del sábado en la que se juntan el concurso de habilidades, el Shooting Stars, el concurso de triples y el de mates. Saltos imposibles y lanzamientos estratosféricos se mezclan con el glamour de los nombres que invaden la pista y las gradas, en este caso del impresionante estadio de los Dallas Cowboys, escenario del fin de semana de las estrellas este año. 

Un estadio dotado de pantallas gigantes (lo de gigantes es cierto, miden 50 metros de ancho) en las que los miles de espectadores que ayer abarrotaban el coliseo tejano pudieron observar las peripecias de los más grandes del baloncesto norteamericano y mundial. 

Grande en calidad aunque pequeño en centímetros es el ganador del concurso de mates de este año. Un jugador que ya ha estampado su nombre en el trofeo de ganador por tercera vez en su carrera. Nate Robinson, el base de los New York Nicks, mide tan sólo 1,75 centímetros (el aro se encuentra a 3,05 metros), pero sus saltos ante el aro le hacen ser uno de los mayores espectáculos de la NBA. Anoche, lo volvió a corroborar renovando su título. Y ya es el primer jugador en la historia en lograrlo por tercera vez, después de imponerse en 2006 y el año pasado al gigantón de Orlando Magic, Dwight Howard.

Robinson se impuso al rookie DeMar DeRozan, compañero de Calderón en los Toronto Raptors, que llegó a la final tras lograr un 10 en su segundo mate de la primera ronda, en la que se impuso a Gerald Wallace, de Charlotte Bobcats, y al colega de Pau Gasol en los Lakers, Shannon Brown. 

El pequeño base de los Knicks se impuso con un mate final en el que lanzó el balón al tablero y machacó de espaldas a dos manos.

Desde la línea de 7 metros el rey fue el alero de los Boston Celtics, Paul Pierce, quien se impuso en la final a Stephen Curry, de Golden State Warriors y a Chauncey Billups, de los Denver Nuggets. 

Pierce anotó 20 puntos para alzarse con el título, por los 17 de Curry y los 14 de Billups. El defensor del título, Daequan Cook, de Miami Heat, quedó eliminado en la primera ronda con 15 puntos, los mismos que lograron Channing Frye, de Phoenix Suns, y Danilo Gallinari, el italiano de los New York Knicks. En esa primera ronda Pierce y Curry empataron a 17 y Billups lideró con 18 puntos, aunque fue el de Boston quien se llevó el trofeo.

Uno de los momentos más divertidos de la jornada del sábado es el concurso del Shooting Stars, que junta siempre a un jugador en activo de la NBA, una jugadora de la WNBA y un jugador retirado, en representación de un estado. En la edición de este año, Pau Gasol representó a Los Ángeles junto con Marie Ferdinand-Harris, de Los Angeles Sparks (el equipo femenino de los Los Angeles) y a Brent Barry, que jugó en Los Angeles Clippers. 

El equipo angelino se enfrentó a la final al combinado de Texas, compuesto por el alemán Dirk Nowitzki (a quien Kobe Bryant considera el MVP del All-Star), la jugadora de los San Antonio Silver Stars, Hammon, y el ex jugador Kenny Smith, doble campeón de la NBA con los Houston Rockets. 

Previamente, el equipo de Texas se había impuesto al de Atlanta, y el de Los Angeles al de Sacramento.

Los Ángeles hizo sus primeros cinco tiros en la etapa final en menos de 30 segundos, pero sólo tuvo un par de oportunidades desde la mitad del campo de juego y no pudo superar el tiempo de Texas.

El base de los Suns de Phoenix, el canadiense Steve Nash, se adjudicó el Concurso de Habilidades, al concluir la prueba con tiempo de 29,9 segundos en la final. Nash, que también se hizo con la victoria en el evento del 2005, fue seguido por el 'uno' de los Jazz de Utah, Deron Williams, campeón en el 2008, que terminó con un tiempo de 37,9 segundos.

Tras ellos quedaron el base de Oklahoma Thunder, Russell Westbrook, quien actuó en sustitución del lesionado Derrick Rose, y a una de las sorpresas de esta temporada, el rookie Brandon Jennings, ambos eliminados en primera ronda.