En cada etapa de la Vuelta a España la clasificación general se agita de tal manera que resulta difícil a estas alturas de la carrera saber a quién habrá que pasear con todos los honores en el desfile protocolario por las calles de Madrid. La contrarreloj de Salamanca despejó alguna incógnita más, alguna previsible, y abrió un nuevo panorama para alguno de los mejor colocados para hacerse con el jersey rojo.

Wiggins y Nibali afrontan la segunda mitad de la ronda como los dos grandes favoritos para la carrera final. A Purito Rodríguez le tocará hacer sonar las fanfarrias en la montaña que queda por escalar si quiere tener alguna opción para la victoria. El español perdió cuatro minutos en la etapa. Ninguna sorpresa; esta especialidad está lejos de ser una de sus preferidas.

La etapa la ganó un rodador que ya lució sus galones contra el cronómetro en el Tour de Francia. Tony Martin dejó sin habla al superespecialista Cancellara. Aventajó en un minuto y medio al suizo. Wiggins perdió algo más de un minuto y un sobresaliente Nibali pisó la meta a menos de un minuto del vencedor. El italiano se queda a 31 segundos del nuevo líder, Cris Froome, y a sólo 11 del británico Wiggins. Ambos parece que se jugarán el triunfo final. Al transalpino le avala una mejor condición como escalador, pero el inglés asombró en su subida a La Covatilla del domingo. A más de tres minutos aparece ya en la clasificación Rodríguez. Hoy toca descanso y mañana volverá de nuevo la montaña con el final en la Estación de Manzaneda.