Era un asunto dormido. El precio de Pepe, el central casi inédito del Madrid que llegó por sorpresa este verano, había decaído como tema de conversación. Los 30 millones de euros pagados por un semidesconocido empezaban a asumirse con normalidad.

Sin embargo, una pelea inesperada, la mantenida el sábado en el Pizjuán entre Pedja Mijatovic, el director deportivo del club, y Bayram Tutumlu, el representante de Poulsen, Laudrup y Koeman, la recuperó para la causa. '¿Tú crees que Pepe vale 30 millones de euros?', le soltó el domingo por la noche a Abellán en El Tirachinas, 'pues para mí vale 12 o 13 millones de euros como mucho'.

'Si Pepe vale 30 millones de euros, Poulsen vale 84', añadió el agente, que desveló haber roto relaciones con Mijatovic cuando llegó al Madrid y le demostró moverse 'por colores verdes y marrones'. Las mismas sospechas que aireó Bayram las tiene la Policía judicial portuguesa, que investiga desde hace unas cuantas semanas tan extraña operación.

Un viejo conocido

Pepe es un caso insólito en el fútbol. El Marítimo le fichó en 2001 por 29.200 euros. El Madrid le compró el pasado verano al Oporto por 30 millones de euros. En seis años, su precio se multiplicó por cien sin que su popularidad o su prestigio haya corrido tan deprisa.

El caso está en manos de María José Morgado, procuradora general adjunta del Tribunal de Relación de Lisboa. Lleva la operación con sigilo y se refugia en el secreto sumarial para no hablar de ella. Pero uno de sus ayudantes sí confirmó a Público que la investigación está en curso y que el traspaso, efectivamente, suena muy sospechoso. El diario portugués Correio da Manha ha logrado más información y avanza que el caso está bajo sospecha de delito fiscal, comisiones y evasión de divisas.

No es sólo el pase de Pepe al Real Madrid el que ha despertado mal olor. Tirando hacia atrás en su carrera, en todas las operaciones de cambio de club en las que ha estado involucrado hay indicios de inflación o de cosas raras. Por ejemplo, de los 2.325.000 euros pagados por el Oporto al Marítimo de Funchal, sólo la mitad entró directamente en las arcas del club vendedor.

900.000 euros fueron a parar al Corinthians Alagoano, club del que desembarcó Pepe en Portugal. 175.000 fueron pagados a Onsoccer Internacional, empresa liderada por Antonio Araújo, a su vez, dueño del Corinthians Alagoano. Es decir, de manera indirecta, poco menos de la mitad fue a parar a la misma persona. Los 100.00 euros restantes del traspaso fueron abonados a Gestifute, empresa de Jorge Mendes, representante del jugador muy ligado a Pinto da Costa, presidente del club portista.

Diversos destinos

Los diferentes destinos del dinero que el Real Madrid pagó por su nuevo central son los que ahora está tratando de descubrir la Policía judicial portuguesa, que no encuentra documentación que le justifique que los 30 millones de euros que supusieron la venta del central hayan ido a parar en su totalidad al Oporto.

La celeridad del traspaso y el ocultismo del mismo pusieron en estado de alarma a las autoridades lusas. En España, el caso se asumió con más normalidad. Apenas se pasó de la sorpresa inicial. El Madrid no dio demasiadas explicaciones. Los flecos de una pelea en un palco han reabierto el caso.