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"Lo peor de las lesiones está en la cabeza"

Entrevista a Andrés Iniesta. Un sinfín de problemas musculares, diez en año y medio, han erosionado el fútbol grandioso del albaceteño

JOSÉ MIGUÉLEZ

Otra vez, Iniesta se entrenó aparte. Es su sino. Primero sobre el césped de Potchefstroom y luego en el gimnasio. De nuevo su trabajo es fundamentalmente de recuperación. Las molestias musculares no dejan de darle la lata. La última no es grave, pero conviene liberarla con cuidado... A Iniesta se le encoge la voz cuando echa un vistazo atrás y rememora lo mal que lo ha pasado, 'mucho peor de lo que la gente sabe'. Pero siente que el final del túnel está cerca. El azulgrana apuesta por ello y, pese a la primera derrota, por el futuro de la selección.

¿Han encontrado ya alguna explicación?

La explicación de que el fútbol son detalles. Ellos tuvieron dos ocasiones y nos ganaron. Nosotros hicimos todo lo que teníamos que hacer. Jugamos a lo de siempre y, sencillamente, esta vez no salió.

¿Estaban preparados para perder?

No esperábamos lo que ha pasado. Pero eso no quiere decir que jugáramos con suficiencia. Ninguno de los jugadores que hay en este grupo cree que se pueden ganar los partidos sin hacer todo lo posible para ganar y respetando al rival..

¿Sobraba un medio de contención?

Pasado el partido, se puede discutir. Pero no había razones para pensar que si esa forma de jugar nos había dado resultado antes, no nos la fuera a dar aquí. Nosotros sólo sabemos jugar a lo que jugamos. No debemos cambiar.

¿Llega hasta dentro de la selección la sombra de Luis?

No. Han llegado sus opiniones, que puede hacerlas porque conoce este grupo, trabajó con él y consiguió cosas importantes. Su opinión vale, pero es una más. Estamos muy centrados, aceptamos todas las opiniones, pero tenemos claro lo que hay que hacer.

¿Entonces no molestó?

No, no molesta. Cada uno puede decir lo que quiera.

¿Qué diferencia a Del Bosque de Luis?

No, prefiero no establecer diferencias. Trabajamos a las órdenes de Luis y le obedecimos. Y ahora estamos a las órdenes de Del Bosque y también le hacemos caso.

'Ha habido situaciones personales que no he querido contar'

¿Quién le puso en la alineación, usted mismo o Del Bosque?

Me puso el seleccionador, que es el que tiene que decidir. Está claro que yo quería jugar y estaba para jugar. Ya no me dolía y entrenador entendía que podía jugar. Consultó conmigo y con los doctores, vio que podía estar, y decidió él.

¿Fue un riesgo innecesario?

No, porque yo estaba bien y quería jugar. Si no quisiera correr riesgos, me quedaría en mi casa, viendo en la tele y comiéndome un bocadillo. Me podía lesionar en este partido o en cualquier otro. Para mí el partido más importante es el siguiente. Y cuando uno lo ha pasado tan mal sabe de la importancia que tiene sentirse bien.

¿De verdad no hay conexión entre su lesión anterior y la de Suiza?

No. La de Murcia fue por dentro. Y esta fue por fuera. Son cosas diferentes.

¿Y eso lo nota el jugador o hasta que se lo dice el médico se asusta?

No, el jugador se da cuenta. Y yo ya he tenido tantos problemas musculares que sé cuándo es una cosa y otra. He aprendido a distinguir el dolor.

¿Ha llegado a dudar de su musculatura o de los médicos?

No, ni de mi musculatura ni de los médicos. Hay momentos en que te comes la cabeza, que piensas por qué te pasa a tí, pero yo estoy muy seguro de mi cuerpo. Sé que no le pasa nada. La gente no sabe lo mal que lo he pasado. Creen que todo son percances dentro del terreno de juego, pero yo he pasado por situaciones personales que no he querido ni quiero contar y que afectan. Y sé que ahora, por fin, estoy llegando al final.

¿Ha habido problemas personales dice? ¿Y eso afecta en las lesiones?

Sí, claro. Todo está en la cabeza. Lo peor de las lesiones está en la cabeza

¿Lleva dos años recuperándose más que entrenándose?

Tampoco es así. Es evidente que he sufrido más percances de los que había tenido nunca. Pero he repasado con los médicos mis dos temporadas y en realidad he jugado mucho. Lo mismo, no todo lo que me había gustado, pero sí bastante. Y he jugado bastante a gran nivel, al máximo. No, lo hemos visto desde que empezó todo, y no ha sido para tanto.

¿O sea que le ha dado vueltas?

Sí, claro. Cuando a uno le pasan las cosas se preocupa por saber por qué le pasa. Sobre todo en las lesiones musculares. Tienen un punto incontrolable que te hace dudar y darle vueltas y muchas vueltas. Y te hace repasar y buscar un por qué.

¿No tiene miedo a la recaída?

Hombre, ya digo que le das muchas vueltas, que cuesta que se te vaya de la cabeza que tienes un problema y que no sabes cuándo te vuelve a surgir. Y cuando recaes, pues vuelves a pensar y pensar. Pero cuando uno está dentro del campo, ya no piensa en la recaída.

'Para no arriesgar me quedo viendo la tele y comiendo un bocadillo'

¿De hecho, en la final de la Liga de Campeones tiró a puerta pese a que lo tenía prohibido?

Sí, bueno, uno hace locuras a veces. Son cosas que no consigues controlar.

¿Se siente el encargado de meter verticalidad y profundidad?

No me siento el encargado, pero sí me siento responsable de intentar hacer lo que más peligro genera en cada momento.

¿Usted obedece o decide?

Cumplo como todos unas pautas, las consignas que te da de colocación el entrenador. Pero cuando tienes el balón cerca del área poco puedes esperar del entrenador. Ahí te toca decidir a ti.

¿Lo del favoritismo es un invento de la prensa? ¿Ustedes no lo creían?

Lo del favoritismo no es bueno. Cuando todo son elogios, malo. No es bueno estar permanentemente escuchando cosas buenas.

¿Estarán contentos ahora entonces? Porque no han parado de lloverles palos.

Tampoco somos masoquistas. Pero escuchar sólo cosas bonitas no es bueno.

¿Han sido injustificadas las críticas?

Tampoco hemos atendido demasiado. Espero que no hayan sido muy duras. Porque no podemos pasar en dos días de ser la mejor selección del mundo a ser la peor.

¿Y ustedes tienen eso claro, que nada ha cambiado?

Nosotros sabemos que hay cosas que corregir, pero que somos los mismos. Cuanto más veo el partido más convencido me quedo de que lo hicimos bien. No debemos cambiar.

¿Sienten la obligación de ganar el Mundial?

Sentimos la responsabilidad de darlo todo. Si luego no se consigue Sí estamos ilusionados por ganar el Mundial. Desde luego, por intentarlo.

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