El pasado 18 de diciembre, Nilmar cerró la victoria del Villarreal ante el Mallorca (3-1). Fue el décimo gol del brasileño, una de las sensaciones de la Liga. Quince días después, el delantero fue operado en su país del menisco de la rodilla derecha. No volverá a jugar, como pronto, hasta finales de febrero. Juan Carlos Garrido, entrenador amarillo, no ha abierto la boca. Miró hacia su banquillo y tiró de Marco Ruben, joven argentino de 24 años al que ya dirigió en el filial.

Receta similar es la aplicada por Pochettino para suplir a Osvaldo. Pese a que el delantero titular, autor de siete goles, estará de baja durante los dos próximos meses, el técnico argentino es tajante: 'Nunca ha pasado por nuestra cabeza fichar, confiamos en los jugadores que tenemos'. Y le ha dado el 9 a Álvaro, un chaval de 19 años criado en la prolífica cantera espanyolista.

Cuando en noviembre Javier Aguirre aterrizó en el Zaragoza, Uche no había disputado ni un minuto. Operado en julio de una lesión de menisco en la rodilla izquierda, el delantero nigeriano se entrena desde hace días con normalidad y estará a disposición del mexicano en un mes. Aguirre, lejos de pedir un delantero, se lo tomó con resignación: 'Prefiero esperar a Uche'.

Camacho ha optado por la vía táctica. Partidario de un sistema 4-2-3-1, la baja intermitente de Pandiani le ha llevado a modificar el dibujo de Osasuna en función del rival y de la acumulación de lesiones o sanciones. Así, ha alternado su citado sistema predilecto con un 4-4-2.

Quique Flores también es partidario de elucubrar en la pizarra. Le sucedió en septiembre, cuando Agüero estuvo un mes lesionado, y volverá a repetirlo ahora que el argentino ha vuelto a caer. 'Hay opciones donde elegir', argumenta el técnico del Atlético.