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Mou, con toda su artillería

El técnico luso va sobrado de recursos ofensivos

LADISLAO JAVIER MOÑINO

'Kaká se va, se va y se va'. La frase no habla del futuro del brasileño, aunque hasta hace poco podría ser interpretada así. Forma parte de un análisis interior del club tras el partido del brasileño en Mestalla. Allí Kaká recuperó ese aura de futbolista decisivo en los últimos 30 metros. Enseñó las razones que le llevaron al Madrid por 65 millones de euros. 'Por primera vez se ha sentido a gusto con su cuerpo y ha recuperado el cambio de ritmo, que para él es un arma fundamental', dicen en Concha Espina. Apoyado en el cambio de velocidad, Kaká ejecutó con éxito tres de los cuatro regates que intentó. Y marcó dos goles de llegador de segunda línea aprovechando también su recuperada capacidad aceleración.

Si había un futbolista descuadrado en el segundo proyecto de Florentino Pérez este era Kaká. Si ahora hay un futbolista que representa el estado con el que el Madrid se presenta a la cita europea con el Barça también es Kaká. Si Guardiola mira al banquillo y encuentra poco donde escoger, Mourinho encuentra detrás de él futbolistas no habituales capaces de endosarle media docena de goles al tercer clasificado del campeonato liguero. 'Tenemos fondo de armario suficiente para afrontar los compromisos que nos quedan', apuntan en el club.

Kaká representa el estado con el que los blancos llegan a la cita del miércoles

Si Guardiola llega con la retaguardia resquebrajada por las lesiones de Abidal, Puyol, Adriano, Maxwell y Milito, Mourinho llega con la artillería afilada y a pleno rendimiento. La exhibición física de Cristiano en la final de Copa más la suma de sus virtudes técnicas le sitúan un peldaño por encima del resto. Pero por detrás de Cristiano asoman el propio Kaká, Higuaín, Benzema y hasta Adebayor, que le sirve para proponer una fórmula diferente aunque no marque goles. El sábado, Higuaín era un tipo feliz. Logró un hat-trick que confirma su recuperación y se ha sumado a la multitud de variantes con las que puede afrontar su entrenador los dos partidos que le restan con el Barcelona. En el club están seguros de que puede ser decisivo si el entrenador tuviera que echar mano de él en cualquier momento. Lo mismo se opina de Benzema. 'Llegamos muy frescos a esta recta final de la temporada, han ido sumándose futbolistas que estaban lesionados', afirman desde la zona noble.

Mourinho no cree en los picos de rendimiento físico a lo largo de la temporada. Da por sentado que su equipo estará bien preparado físicamente. Profundiza más en el estado emocional idóneo para competir cuando los títulos se deciden. A este tramo final del campeonato, el entrenador portugués se presenta con todo el equipo enchufado y más convencido que nunca tras la conquista de la Copa. Parece como si el 5-0 se hubiera borrado de la memoria del vestuario.

El único problema que tiene Mourinho para el partido de ida de la Liga de Campeones son las bajas de Carvalho, por sanción, y de Khedira, por lesión. Estas ausencias le preocupan porque afectan a la estabilidad defensiva del centro del campo y de la defensa. Son bajas en la línea de flotación que ha sido más decisiva para desnaturalizar al Barça. Mourinho está obligado a reconstruir con dos piezas nuevas el entramado táctico que le ha permitido recortar distancias en la hierba con un rival que parecía inalcanzable.

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