MADRID.- El Real Madrid se convirtió en el nuevo líder en solitario de LaLiga Santander tras derrotar (2-1) este domingo en el Santiago Bernabéu con muchos apuros al Athletic Club de Bilbao, gracias a un tanto final de Álvaro Morata que dio tres puntos a un conjunto blanco que cerca estuvo de tener otro fallo ante su público frente a un rival que le perdonó demasiado.

El actual campeón de Europa no estuvo fino de nuevo. Pese a su prometedor inicio, con el paso de los minutos fue perdiendo fluidez y tuvo que recurrir a un gol de su canterano, acompañado de cierta dosis de fortuna, la misma que quizá le falto a su rival frente a la portería de Keylor Navas, sobre todo por medio de Williams, que falló dos mano a mano muy claros que podrían haber cambiado el designio del partido y haber puesto fin a once años sin sumar nada en el feudo 'merengue'.

Zidane apostó por repetir el trío de centrocampistas que le había funcionado en la goleada en el Benito Villamarín y que con un Kroos de nuevo a gran nivel logró llevar el peso del partido de inicio. Valverde, en cambio, tampoco pudo contar finalmente con Beñat y su equipo sufrió para tener la pelota y hacer daño.

El conjunto madridista marcó pronto, a los siete minutos, poco después de que fuera visitante la ocasión por medio de un disparo de Williams que desvió Navas. Benzema no desaprovechó un pase de Isco, más listo en la pugna en carrera con un Saborit que se pasó de frenada y dejó franco el balón al malagueño para que asistiese al francés.

El gol asentó a los locales, que disfrutaron de buenos minutos, moviendo con velocidad la pelota y con Marcelo y Carvajal haciendo sufrir por los costados a los leones. Sin embargo, no tuvieron ocasiones claras y en ese momento tampoco lograron conectar al partido a un Gareth Bale, desaparecido hasta el tramo final.

Y pese al dominio, fue Sabin Merino el que tuvo la mejor ocasión en esos minutos, desperdiciando un cabezazo muy claro. Afortunadamente, el extremo tuvo la oportunidad de redimirse logrando el empate minutos después, tras una buena maniobra de un incisivo Lekue por la banda derecha, por la que más peligro creó el equipo vizcaíno.

El Real Madrid ya se había enfriado por entonces y pasó con el empate momentos de duda que los visitantes no consiguieron aprovechar del todo con una contra clara desaprovechada y un cruce rápido de Varane ante Williams. Aún así, los de Zidane pudieron marcharse al descanso por delante pero Cristiano Ronaldo no acertó primero a rematar una gran cabalgada de Bale, mejorado en la izquierda, y luego fue egoísta y terminó estrellándose contra Iraizoz en una jugada muy clara.

El equipo madridista no encontró tampoco tras la reanudación su mejor fútbol y además empezó a dar concesiones atrás, partiéndose cada vez más. El Athletic supo hacer daño con estos espacios y Williams tuvo un mano a mano clarísimo ante Keylor Navas que envió por encima del larguero para desesperación de un Valverde sabedor que en el Bernabéu perdonar puede costar muy caro.

La mejor noticia para los blancos fue la mejoría de Bale, más participativo, mientras que Isco era el que intentaba buscar con más peligros los huecos en una defensa rojiblanca asentada con el paso de los minutos pese a tener a sólo a un titular habitual (Laporte). La primera medida de Zidane para cambiar el curso del partido fue meter a Lucas Vázquez y, para enfado de público, por el malagueño.

El conjunto vasco tampoco lograba irse definitivamente a por el partido y comenzaba a dar alguna muestra de cansancio y Valverde prefería reforzar el medio con Iturraspe y Susaeta. Pese a la falta de continuidad, los acercamientos eran blancos, sobre todo una de Bale que no definió bien y otra de Morata y Lucas que se estorbaron ante Iraizo tras sendos pases de Kroos y Kovacic.

Estos sustos terminaron por obligar al Athletic a ceder terreno peligrosamente. La fortuna, casi siempre a favor del grande, sonrió entonces al Real Madrid. Otro centro a la espalda de la defensa visitante lo cazó Morata y pese a que Iraizoz detuvo el remate el rechace quedó franco al madrileño, que celebró por todo lo alto su 24º cumpleaños.

En cambio, Williams no aprovechó poco después un regalo de Varane y el rechace de la parada providencial de Navas cayó a un defensa madridista. Cristiano, rodeado de compañeros, se frustró en el descuento ante Iraizoz, pero no evitó que su equipo salvase otro día difícil en la oficina y se quedase en la cabeza de la tabla tras la derrota en Sevilla del Atlético de Madrid.