Luis Aragonés

Cambios polémicos y valientes

Escuchó a su código de futbolero y no modificó el once ganador. Pese a Iniesta. Le dio una vuelta durante el primer tiempo a lo que no funcionaba con un cambio de banda entre Silva y el citado Iniesta. Mejoró. En la segunda parte, quitó ya al azulgrana y a Xavi, bajo cuya dirección el equipo vivió entre una horizontalidad desesperante. Salieron Cesc y Cazorla. Y en los últimos minutos, retiró al Niño (toda una afrenta) por Güiza. Torres torció el gesto, pero le dio la mano. 

Casillas (SB): Tras un partido de mínima actividad, se convirtió en el héroe de la noche al parar dos penaltis a De Rossi y Di Natale en sendas prodigiosas estiradas, una a cada costado. Antes, Italia sólo le apretó con los balones colgados de Toni. En el único que pifió en la salida, lo corrigió con una de sus paradas milagrosas con los pies. En la prórroga le sacó un cabezazo a Di Natale.

Ramos (B): No subió con decisión ni con fortaleza. Cuando lo intentó, provocó alguna avería. Seguro en defensa. Especialmente acertado en las ayudas en el marcaje de Toni.

Puyol (SB): El de los mejores tiempos. Anticipativo, mandón y agresivo. Rápido y bravo. Se asoció bien con Marchena. Cerró a Toni  cuando le tocó.

Marchena (SB): Pese a las sospechas que despertaba, inmenso. Siempre pendiente de Toni. Enérgico, rocoso y acertado en el corte.

Capdevila (SF): El más vulnerable de la zaga. Impreciso con el balón y nervioso en el control.

Senna (B): El sostén táctico del equipo. No fue tan necesario porque Italia apenas se estiró. Le tocó sufrir más cuando entró Camoranesi. Se animó al remate de larga distancia. Lo mejor, un zapatazo que dobló la mano a Buffon y se estrelló en el palo.

Iniesta (I): Otro suspenso. Cuando jugó por la derecha, la primera media hora, un desastre. Intentó incorporarse por el centro, pero tampoco. En la izquierda, mejoró el equipo, pero no él. No es su Eurocopa.

Xavi (I): Su gobierno fue del todo improductivo. Garantizó la posesión de la pelota durante su presencia en el campo, pero de forma inútil. Sin profundidad. Todo un síntoma que Luis le cambiase.

Silva (N): Su zurda fue una amenaza constante para Buffon. Mejor cuando la desenfundó a banda cambiada, buscándole a Grosso el perfil blando. En defensa, nervioso. Un tanto espeso en los controles. El mejor en el ataque.

Villa (SF): No fue el goleador de la Eurocopa. Poco asistido y muy vigilado. Excesivamente resbaladizo. Lo intentó a balón parado, pero ni así.

Torres (SF): Planteó combates, pero no tuvo mucha participación. Intentó jugadas interesantes por los costados, pero en general también perdió su duelo con los centrales italianos. Inesperado su cambio, porque es de los jugadores que merecen siempre paciencia. Cumplió respetuosamente con Luis , aunque le escoció el cambio.

Cesc (N): El equipo mejoró cuando tomó la batuta. Las líneas se despegaron y el juego comenzó a ser más vertical que horizontal. Tampoco dejó ninguna intervención trascendental. Marcó el penalti decisivo.

Cazorla (SF): Más impresionado que en anteriores citas. Sin el desparpajo con el que sorprendió a todos.

Güiza (SF): Tiró desmarques. Falló un gol claro por controlar con la mano y, luego, el único de los penaltis errados.