Marta Domínguez guardaba un secreto. La palentina acabó el verano descentrada, con el rumbo algo perdido tras su renuncia a los Mundiales de Osaka por una mezcla de baja forma y problemas físicos. Pero hay algo que distingue a Marta del resto de sus competidoras: su determinación. En septiembre, la atleta castellano-leonesa comenzó a jugar con una idea en secreto, sin hacerla pública. Los campeonatos de Europa de Cross se iban a disputar a 120 km de su casa. Era una buena oportunidad de reivindicarse, de sacar a relucir su clase, un nuevo hito en su camino hacia Pekín.

Marta se proclamó campeona de Europa a base de inteligencia. El día fue muy ventoso en toda la mitad norte de la península y también en Toro, una tierra zamorana que sigue prosperando y mejorando en paralelo a la calidad de sus vinos. Allí, también prosperó ayer el atletismo español.

El viento jugó un papel fundamental en la carrera. Y Marta lo leyó desde el principio. La campeona de Europa de 5.000 metros sabe perfectamente lo que significa correr en condiciones durísimas, de viento y frío, en las llanuras castellanas. Mayte Martínez también lo sabe. Son las dos grandes apuestas castellanas de cara a Pekín.

Marta se escudó muy bien en los primeros kilómetros. Utilizó las anchas espaldas de Konovalova como parapeto. Ésa fue la clave de su victoria. Allí, ahorró la energía que le permitió descargar su ataque final y terminar la prueba saludando al público, sobrada. “He intentado ir siempre resguardada, por la calle uno como a mí me gusta, y mejor imposible. Me he visto ganadora a falta de 500 metros, cuando he visto que no me seguían las favoritas, que se desgastaron mucho”, explicaba una Marta, que vio así recompensado todos los sacrificios por esta medalla. “Han sido cuatro meses durísimos, pero ha merecido la pena. Dedico esta medalla a mis compañeros, que han sufrido tanto como yo durante todo este tiempo”.

Rosa Morató, increíble

La palentina ganó ayer un oro histórico para el atletismo español (es el primer triunfo continental en las trece ediciones disputadas), secundado por una victoria también histórica por equipos gracias a la tremenda exhibición de Rosa Morató. La catalana consiguió una espectacular medalla de bronce si se tiene en cuenta que es prácticamente una mediofondista. “Hoy (por ayer) ha sido el mejor día de mi carrera deportiva. Los obstáculos me han favorecido porque son mi especialidad y estoy muy contenta. Ganar una medalla aquí en casa es algo maravilloso, y si además añadimos el oro por equipos, pues todavía más”, razonaba Rosa, quien logró uno de sus mayores éxitos a nivel individual.

“La pena”, prosiguió la obstaculista catalana, “es no haber podido ganar la medalla de plata detrás de Marta, pero al menos he podido defender la de bronce”.