Suramérica está en ebullición. El clásico de selecciones más caliente del mundo escribirá un nuevo capítulo esta noche cuando Argentina y Brasil se enfrenten en el Gigante de Arroyito, el campo del Rosario Central. Argentina, a falta de cuatro jornadas, ocupa es cuarta en el grupo suramericano, la última plaza que entrega billete directo al mundial 2010. A dos puntos le acecha Ecuador y, un poco más atrás, Uruguay, Venezuela y Colombia. Todos ellos sueñan con un triunfo de la canarinha.

Si la albiceleste cae esta noche ante su eterno rival, entraría en terapia intensiva: le restaría jugar con la dura Paraguay en Asunción, con Perú en casa y un final de infarto en Montevideo con Uruguay, que también está en la pelea.

Maradona pidió al mandamás de la AFA, Julio Grondona, el cambio de sede del Monumental de River Plate en Buenos Aires al Gigante de Arroyito rosarino. Argumentaron la frialdad del público y el mal estado del terreno.

Brasil, líder y clasificado, vive estas horas como una bendición divina. Tiene la oportunidad histórica, y tal vez única, de arruinarle la vida deportiva a su eterno rival, simbolizado en un Maradona del que no soportan ni oír su nombre. Robinho intuye la altura del 'combate' del que habla Maradona: 'Como siempre, los argentinos saldrán a golpear; quieren crear un clima de guerra, pero iremos a jugar al fútbol'.

Mientras, Maradona mima a Messi y, a la vez, le exige: 'Sabe que se tiene que hacer hombre de golpe, dejar de ser el pibe que promete. Y lo está logrando. Esta semana vi al mejor Messi desde que se entrena conmigo'. Su duelo con Kaká, al que ha elogiado Maradona, será el gran foco.

De este partido nadie saldrá igual: si pierde Argentina, los días que separan a este partido del próximo contra Paraguay serán un infierno. Por eso Maradona habla de salir a 'meter en su arco a Brasil'. El fantasma de quedar fuera del Mundial puede provocar imprevisibles situaciones de índole social y política en un país donde el fútbol es religión. Pero Argentina es un grande. Sus jugadores lo sienten así, aun en supuesta inferioridad.

Supuesta porque Messi es el jugador mas desequilibrante del mundo y también están Tévez, El Kun, Verón, Mascherano... Las mayores dudas se centran en una defensa que jugara por primera vez en conjunto y en sus dos centrales, los jovenes Domínguez y Otamendi (campeones con Vélez), cuya calidad y proyección no se cuestionan, aunque sí su poca experiencia. Con todo, no sería la primera vez que gana el que peor llega a la cita.

Portugal se juega en Dinamarca casi todas sus opciones para ir al Mundial bajo un clima cargado por las feas amenazas del defensa danés Kjaer a Ronaldo: 'Voy a derrumbarle a patadas'.