Michel Bastos (1989) es la última apuesta de Dunga para el puesto de lateral izquierdo de Brasil. Llegó al Lyon está temporada procedente del Lille precedido de su fama de gran lanzador de faltas y de sus roscas.

Brasileño y nacido en Pelotas, usted tenía que jugar bien al fútbol sí o sí.

No crea, de Pelotas, sólo hemos salido Emerson y yo.

¿Cómo aprendió a golpear la pelota de esa manera?

Al principio lo hacía de forma natural, me gustaba darle efectos. De pequeño ensayaba mucho. A veces, en vez de jugar partidos, me ponía a pegar a la pelota apuntando a cualquier objeto lejano. Luego empecé a fijarme en Roberto Carlos para pegarle mejor con los tres dedos.

Usted sigue la estirpe de los laterales brasileños de golpeo duro de balón.

En mi país hay mucha tradición de laterales que le pegan fuerte; si no es así, parece que eres menos lateral. Mi padre me hablaba mucho de Neli=nho y de Branco. En el Lyon juego más en el centro del campo, aunque Dunga me utiliza de lateral.

Marcelo, su competidor para una plaza en el Mundial, hasta hace poco jugaba en el centro del campo.

Sí, es un caso parecido. Marcelo es más imprevisible que yo. Ha crecido mucho y tiene mucho futuro y condiciones para ir al Mundial, pero voy a pelear por el puesto. ¿Sabe? Cuando yo era pequeño tenía más calidad, hacía más cosas con el balón, me atrevía más jugando en la calle con los amigos.

¿Europa le quitó la alegría por jugar?

No sólo Europa, es el profesionalismo, que no puedes ser tan osado y juegas más comprometido. Imagínese que hago un regate ante Cristiano y pierdo el balón...

Usted dejó Europa cuando abandonó el Feyenoord y ha conseguido volver.

No fue fácil aquella decisión. No me adapté, el idioma era difícil y me cedieron al Excelsior, que descendió. Vengo de una familia muy humilde que dependía de mí. Era muy joven y tuve que arriesgar sabiendo que quizá no podría volver a Europa que es donde está la plata. Pasé cuatro años en Brasil en los que trabajé muy duro, pero fue lo mejor que pude hacer. Regresé a Europa y he sido internacional.

¿Le ve algún punto débil a Casillas si tiene la oportunidad de lanzarle una falta?

Sí, patearle lo más fuerte que pueda, que es lo que haré.

Sin embargo, en el Lyon no tiene la eficacia que mostró en el Lille.

Sí, sólo he marcado un gol, pero sigo confiando en mi golpeo.

¿Le pesa la sombra de Juninho Pernambucano, a quien le exigen sustituir?

Esa presión siempre está ahí y es muy grande. Todo el mundo me lo recuerda porque a mí me ficharon, entre otras cosas, por mis lanzamientos de faltas. Pero Juninho aquí está considerado como el mejor jugador de la historia del Lyon.

¿Por qué no funciona el Lyon?

Hay mucha presión porque estaban acostumbrados a ganar todo y este año se ha hecho una gran inversión y no estamos bien. Necesitamos tener más regularidad con nuestra manera de jugar.

¿Van a cambiar su manera de jugar ante el Madrid?

No, cuando cambias ante un equipo como el Madrid quieres hacer muchas cosas que no puedes. Tenemos que hacer lo que sabemos y fiarnos de nuestra calidad. Somos un equipo muy físico y arriba con Lisandro y Govou tenemos mucha dinámica y peligro. El Madrid, con los fichajes que han hecho se ha convertido en el mejor equipo del mundo. La calidad de Kaká y Cristiano es incuestionable.

¿Vio el codazo de Cristiano a Mtiliga?

Sí, se pasó un poco, pero tampoco hay que criminalizarle.

¿Y de Benzema, qué se dice en Lyon?

Todo el mundo está extrañado de que no haga goles. Aquí le querían mucho.