“La mala noticia del día. Tengo malas sensaciones”. La lesión de Iniesta –rotura de fibras del recto anterior del muslo derecho– fue lo único que borró ayer la sonrisa, quizás forzada, del rostro de Pep Guardiola tras el empate de su equipo ante el Villarreal. “Esperamos recuperarle para Roma”, espetó el técnico en lo que pareció más un deseo que una convicción.

Con el paso de las horas, y a pesar de que Iniesta ya se rompió ese músculo en noviembre, los doctores del club revelaron un resquicio de optimismo de cara a recuperarle para la final europea del próximo 27 de mayo. “¿Para Valencia? Imposible”, aseveró el técnico. El de Fuentealbilla pasará hoy un nuevo reconocimiento médico que confirmará
el periodo de baja.

Guardiola, que ayer volvió a alinear su once de gala –sin Henry, lesionado–, justificó no haber hecho cambios antes [el primero llegó avanzado el segundo tiempo, tras la expulsión de Abidal] “porque el partido era de contras y no quería tocar cosas”. Al final, el Villarreal consiguió el empate in ex tremis y aguó la fiesta de la Liga que ya se olía el Camp Nou y que ya estaba preparada para volver a celebrarse en Canaletas.

“Lo hemos tenido muy cerca –convino el de Santpedor–, a uno le apetece celebrarlo con su gente, pero ahora nos tenemos que levantar con una sonrisa. Hace muchos años que no jugamos una final de Copa. Para poder reposar y pensar en Roma, hay que cerrar la Liga; a ver lo que necesitamosen Mallorca”, añadió.

Tras el gol de Llorente, Puyol quedó tendido en el césped. Luego, se levantó, agarró el balón todavía enredado en la portería de Valdés y se marchó dando cabezazos al aire. El capitán maldecía su suerte, la misma que en Londres jugó a su favor con el gol de Iniesta.

“Ya somos campeones, levantar el trofeo es sólo cuestión de tiempo”, sentenció Samuel Etoo, que ayer volvió a marcar. “Necesitarían un milagro para que no fuéramos campeones”, abundó el camerunés. “Quizás el destino ha decidido que nuestro primer título sea la Copa del Rey”, aseveró desafiante. “Esto hará que los jugadores salgan a tope en el partido del próximo miércoles”, se consoló Laporta.

Para Pellegrini, “el empate fue una inyección de moral importante”.