MADRID.- El Real Madrid comenzó la nueva Euroliga 2016/17 con una trabajada victoria ante el Olympiacos (83-65) construida por Sergio Llull, nuevamente el comandante del conjunto blanco que terminó con 22 puntos y que sofocó cualquier intento de reacción del equipo griego, caracterizado por sus 'mil' vidas.

Los de Pablo Laso ajustaron el rebote defensivo y volvieron a hacer gala de un gran porcentaje en el lanzamiento. Una combinación que permitió afrontar sin tensión los últimos minutos de lo que fue la final de la Euroliga hace sólo dos temporadas. Un partido que ya tenía en la buchaca el actual campeón español.

Los dos equipos salieron fríos a la pista y el marcador tardó en moverse. Fue Spanoulis el primero en anotar para el Olympiacos con un triple que pronto contestaría Llull para el Real Madrid con un tiro de dos. Era algo más que una respuesta. El jugador menorquín sacó brillo a sus galones en un curso, donde tendrá más responsabilidad tras la marcha de Sergio Rodríguez a la NBA.

El duelo Spanoulis-Llull fue uno de los grandes atractivos del encuentro, con el balear del Real Madrid (22 puntos) guiando a los suyos y ejerciendo de referencia en ataque, y el griego (12 puntos), por su parte, dejando canastas espectaculares muy habituales en su sobresaliente repertorio.

Festival de triples en el primer cuarto

El primer cuarto se caracterizó por el festival de triples por parte de ambos conjuntos (6 los madrileños y 7 los griegos) que favoreció a los de Pablo Laso gracias al gran acierto de Llull -que anotó tres de tres- y acabó el asalto con 15 puntos dando una ventaja de +7 a sus compañeros.

Los helenos consiguieron recortar distancias en el segundo cuarto, con Printezis y Hackett como principales anotadores, para llegar al descanso con un ajustado 42-40 favorable a los de Laso. Los blancos se rearmaron con la mano de un gran Carroll (10 puntos) que les dio licencia para mantenerse por encima en el marcador.

Sin embargo, tras el paso por los vestuarios, los pupilos de Giannis Sfairopoulos salieron 'enchufados' y Printezis consiguió igualar el encuentro (42-42). A partir de ahí, después de conseguir lo más difícil, Olympiacos perdió a su referencia. Spanoulis se mostró más preocupado por el arbitraje que de seguir aportando a los suyos. El 'playmaker' apenas consiguió cuatro puntos más en el encuentro.

Solo gracias a las acciones individuales de Lojeski, desde el exterior, y Printezis, desde la pintura, aguantaron los griegos hasta el último cuarto, dónde terminaron por desinflarse ante el poderío anotador del Real Madrid, que por si quedaba alguna duda decidió optar por la frescura del joven Luka Doncic.

El Real Madrid acabó convirtiendo este primer encuentro de la fase regular en una fiesta en la que todos los jugadores anotaron y tuvieron su protagonismo. Hunter y Doncic (11 puntos) redondearon sus números con un nuevo triple que cerraba el triunfo merengue.

Una vez más, Sergio Llull dispuso de la última bola del partido que terminó con un nuevo triple desde los ocho metros (cuatro de cinco intentos) e hizo que el Barclaycard Center acabase en pie coreando su nombre. El madridismo sabe bien quién es su líder.