No pierde su identidad el Barcelona. Juegue con titulares o suplentes. Gane o pierda el Madrid. En un escenario en que otros hubiesen firmado anoche el empate: en campo del tercer clasificado y tras el tropezón del máximo rival, los muchachos de Guardiola se abocaron al ataque en busca de un gol que se hacía el remolón a pesar de la insistencia azulgrana. Marcó Piqué en una jugada polémica (m. 66), porque en el control se ayudó con el brazo. Pero más allá de acomodarse, siguió presionando el Barça en busca del segundo gol. El líder dio anoche una estocada a la Liga y hoy le saca ya ocho puntos al Madrid.

El equipo catalán mandó un recado al Villarreal en la primera posesión del partido. Desde el saque de inicio, casi dos minutos jugó la pelota sin interrupción del rival. De aquí para allá, siempre al primer toque. Pero el submarino amarillo renunció a su estilo habitual para esperar en defensa e intentar sorprender al Barcelona al contraataque.Así se plantó Rossi frente a Valdés disputados apenas los primeros minutos. El portero tuvo que intervenir a los pies del italiano primero, para desviar luego, de forma providencial, un chut cruzado del propio Rossi, asistido por Cazorla en ambas ocasiones. El guardameta volvió a ser decisivo ya casi al final.

El gol del conjunto catalán llega tras unas polémicas manos del zaguero Prudente Guardiola, dejó a Messi en el banquillo de incio por primera vez esta temporada en Liga. Atrevido, dio la batuta en el medio campo a Thiago, que respondió con creces a la confianza del entrenador. Y, apurado por las bajas, retrasó a Busquets hasta la zaga y colocó a Afellay en lugar de Bojan, renqueante por un esguince en el tobillo.El holandés se entendió bien por la izquierda con Keita y abrió con acierto la banda por ese flanco. Garrido, por su parte, repitió el once que salió victorioso de San Mamés la última jornada. Sin Capdevila y Nilmar, para suerte de los centrales del Barça, y con Marchena de mediocentro.

Tras los dos primeros sustos de Rossi, impuso su juego el equipo azulgrana. Falto de algunos automatismos, con tantas piezas nuevas anoche, carecía el conjunto de Guardiola del desequilibrio necesario para marcar en la última fase del ataque. El Villarreal, en cambio, esperaba. Atento al mínimo error visitante en el pase para castigar la espalda de Piqué y Busquets. Reinaba el Barça en el campo, pero al descanso el marcador seguía 0-0. En el segundo tiempo salió más incisivo el equipo visitante. Iniesta probó un chut desde la media distancia, que Diego López paró sin problemas. También lo intentaron Villa, de nuevo desafortunado, y Alves. Abocado al área contraria, presionaba el Barça, ya con Messi sobre el césped. Garrido añadía madera a su equipo con Nilmar.

Olía el gol el líder y lo encontró a la salida de un córner. Sirvió Alves, tocó Busquets y remató Piqué, tras ayudarse en el control con el brazo. Un gol que deja al Barça a ocho puntos del Madrid.