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El chicle que acabó en despido

Hosley, fuera del Madrid, tras lanzar a Plaza una goma de mascar en la Copa

M. ALBA

Su llegada prometía músculo, rebote, contraataque y defensa. 'No me fijo en los nombres', argumentaba Alberto Herreros, director técnico de la sección de baloncesto blanca, cuando se le cuestionaba en septiembre por la fiabilidad de Hosley y Massey, sus nuevos fichajes. Cinco meses después, ha pesado más un gesto con diferentes versiones en la pasada Copa del Rey que su pobre estadística para precipitar la salida de Hosley del Real Madrid. 'El chicle no iba para el banquillo. Quería tirarlo por encima, pero le dio [a Plaza]. No era mi intención', se excusaba el norteamericano, tras la derrota ante el Barcelona, como explicación a su comportamiento.

Sin embargo, en un Madrid instalado en las desavenencias entre Plaza y algunos jugadores de su plantilla (Hosley, Pepe Sánchez, Bullock, Papadopoulos), el incidente del chicle, demasiado evidente como quedar aclarado con una disculpa, ha sido la gota que ha colmado el vaso del régimen de disciplina interno.

De hecho, Plaza (también cuestionado) y su grupo se reunieron el pasado lunes para reconducir su identidad en la Euroliga y la ACB. A este propósito se unió este martes Kennedy Winston (197 centímetros), un trotamundos de la canasta (Grizzlies, Gran Canaria, Nets, Orlando, Panionios, Panathinaikos y Turk Telekom turco), que llega al Madrid hasta final de temporada con unos números (10.3 puntos y 5 rebotes) que apenas pudo presentar Hosley en un par de partidos. Winston debutará el jueves en Euroliga frente al Maccabi en Tel Aviv, donde el Madrid puede confirmar su pase al play off de cuartos de final.

Mientras, los dos finalistas de la Copa regresan este miércoles a la competición con diferentes objetivos. El Tau, en Milan, quiere confirmar su liderato. A Unicaja, por su parte, sólo le vale el triunfo para mantener sus opciones de clasificación.

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