El Villarreal confirmó la cruda realidad del Atlético. Esa desesperante desproporción que hay entre su fortaleza atacante, su infinito repertorio para llegar al gol y su fragilidad defensiva, la cadena de errores que comete en las cercanías de su portero. Hasta ahora, los rojiblancos habían sobrevivido a semejante desajuste. Pero el pasado domingo lo pagaron con una sonrojante derrota ante el equipo de Pellegrini. 

Después de un 2-0 y de un 3-2, los de Aguirre cambiaron la felicidad de la grada por su fatalidad. Derrota (3-4), el Madrid otra vez lejos, la cabeza que se escapa. Lo de siempre. 'Con Casillas, el Atlético sería campeón de Europa', comentó un exquisito futbolista del Villarreal tras el partido del domingo. Hasta los rivales lo reconocen. Lo del Atlético no es normal.

Leo Franco, Seitaridis, Pablo, Perea y Pernía son una calamidad. Tampoco se libran Abbiati, Antonio López, Eller o Zé Castro cuando aparecen por la alineación. No ayudan tampoco en esta labor los dos pivotes, Maniche y Raúl García. Fallo tras fallo, la zona de atrás del Atlético minimiza la rotundidad de su ataque, la abrumadora capacidad que tiene para llegar al gol. Las obras de arte del Kun, la infabilidad de Forlán, la llegada de Maxi, la sorpresa de Luis García... Un peligro constante.

El Atlético ha recibido 14 goles en lo que va de Liga, diez de ellos llegaron por remates desde dentro del área grande y dos más desde el área pequeña. Cada 23 llegadas del equipo contrario, los colchoneros reciben un tanto.

El centro del campo

Los problemas defensivos comienzan en el centro del campo. Es uno de los cuatro que menos balones recupera. Los contrarios llegan a su área con gran facilidad. El equipo de Javier Aguirre es más débil en el centro que en las bandas, como deja entrever que es el segundo equipo que más balones ha recibido desde esa zona que debería pertenecer a Raúl García y Maniche.

Además de los doce goles que han encajado desde esa posición, el Atlético también es el segundo equipo que más veces ha tenido que despejar desde su zona de peligro.

El arte del despeje tampoco es algo que los zagueros atléticos controlen. Son el equipo que más saques de esquina ha concedido a los rivales, aunque ninguno de ellos ha terminado en gol.

La defensa, que suele dejar rematar desde dentro del área o despeja a lo loco, no sólo no es efectiva sino que además suele defender haciendo falta. El Atlético es el quinto equipo que más faltas comete y el tercero que más tarjetas amarillas ha recibido en lo que va de campeonato.

Por si fuera poco, el argentino Leo Franco tampoco está teniendo su mejor año. A pesar de que los rivales llegan mucho a sus inmediaciones y le rematan bastante, es uno de los porteros que menos balones ha parado en todo el campeonato. Los dos partidos que ha jugado el italiano Abbiati tampoco hicieron mejorar al equipo en esta estadística.