No le dio tiempo a Raúl a tocar la hierba. Cuando salió a calentar, escuchó los silbidos de El Molinón la casa de Villa, antes de flexionar el torso y palpar el verde con las yemas de sus dedos. Territorio hostil. En el minuto 1, explotó el costumbrista '¡Así, así, así gana el Madrid!' desde el fondo sur cuando el árbitro no apreció una falta sobre Barral. De allí también surgió el '¡Illa, illa, Villa maravilla!' como respuesta al gesto de Raúl de señalarse el 7 con los pulgares cuando marcó su primer gol, el que le situaba en la estadística y en la historia por encima de Di Stéfano.

Tras el partido, salió a cumplir con la prensa con una sonrisa que se le borró cuando le preguntaron por cómo le habían sentado los cánticos en honor a Villa y el '¡Raúl, jubílate!'. 'Bien, gracias, hasta luego', dijo ante la pregunta que consideró impertinente. Se giró y se fue. 'Este era un escenario bonito y es un honor haber adelantado a don Alfredo'. Esas obviedades fueron las que dijo antes de su espantada cortante.

El que no tiró de tópicos esta vez fue Juande Ramos. Acostumbra a ser escueto en las ruedas de prensa y se sale menos del carril de lo políticamente correcto que Elena Francis. Ayer se sintió fuerte por primera vez y pasó factura por las críticas recibidas.

Con la mirada afilada elaboró un discurso revanchista, y más extenso y profundo de lo habitual. 'Parecía que habíamos venido a Gijón con el filial. Hemos demostrado que no hay Robbendependencia, que este equipo puede ganar y golear sin él', reivindicó el madridista, que también lanzó una andanada para los sus críticos: 'Marcelo conmigo siempre ha jugado en el centro del campo. Decían que si había puesto un defensa más con él. Tiene mejores condiciones ofensivas que defensivas'.

Parece que el brasileño está encaminado a la misma transformación que experimentó Adriano en el Sevilla. Al nivel de ayer, tiene sitio en el once. Así que Juande puede pasar a Faubert al que no pidió como refuerzo a un segundo plano cargado de razones futbolísticas. 'El entrenador me ha dado confianza, pero no me comparéis con Ronaldo por el gol.', solicitó sonriente Marcelo.