Para situaciones como la de un curso que arranca el día de Navidad, Phil Jackson, fuera ya del negocio, sugirió la posibilidad de colocar un asterisco junto al campeón de la NBA de una temporada con una circunstancia tan especial como un cierre patronal. Su propuesta surgió después del anillo conquistado por San Antonio Spurs en 1999. Entonces, la liga regular quedó limitada a 50 partidos por el conflicto entre jugadores y patronal. La historia se repite ahora con sólo 66 encuentros y un calendario hipercomprimido que obligará a los equipos a circuitos de tres partidos en tres días. Por tanto, la variante física contará más que nunca a la hora de encontrar al nuevo campeón.

El ansia por volver a disfrutar de los mejores jugadores del mundo esconde bajo la alfombra la más que discutida gestión de los dirigentes de la NBA en los últimos meses. El colofón ha sido la discutida intervención inquisidora de David Stern y los propietarios en el veto a algunos posibles traspasos. Hay un equipo claramente perdedor de esta política: los Lakers de Gasol llevan una herida por el frustrado intercambio de Chris Paul, de consecuencias aún por descubrir.

Es una temporada más corta y sin grandes revoluciones en cuanto a plantillas 

En una temporada más corta y sin grandes revoluciones en cuanto a plantillas, la lógica pone a los finalistas del año pasado como los favoritos para repetir asiento. Dallas, reforzado con Lamar Odom, y el Miami de las tres estrellas Lebron, Wade y Bosh son los grandes candidatos. Un segundo escalón sitúa a Chicago Bulls, con el MVP de la temporada pasada, Derrick Rose, y Oklahoma City Thunders, de Serge Ibaka, como los mejores situados para desbancarlos.

No parece que los clásicos Lakers y Celtics estén ya para muchos trotes, pero su nombre y el catálogo de algunas de sus estrellas jamás les tacha de la lista.

Seis españoles estarán en competición. Rudy estrena franquicia en Denver después de su excursión por el Real Madrid. Los Gasol ,Calderón e Ibaka siguen, de momento, en su sitio. Ricky Rubio, en los Timberwolves, será uno de los novatos más examinados.