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De cómo salvar parejas con cámaras de seguridad

La Sexta estrena el miércoles 'Terapia de pareja', un nuevo programa de 'coaching' en el que psicólogos ayudarán a mejorar relaciones sentimentales

JAVIER SALAS

Cuatro cámaras como las que se utilizan por motivos de seguridad y veinte micrófonos se instalan estratégicamente por toda la casa. 'Se busca una observación aséptica, sin petacas de micrófonos', apunta Joan Úbeda, productor ejecutivo de Terapia de pareja, 'como las que nos hemos acostumbrado a ver en otros formatos televisivos'. Nada que ver.

El objetivo de Terapia de pareja, el programa que mañana estrena La Sexta, no es el de mostrar las interioridades de la pareja -una cada semana- a un público ávido de contenidos llenos de morbo. 'Las imágenes', aclara Úbeda, 'forman parte del engranaje de la terapia, se muestran para señalar el problema y a partir de ahí presentar las soluciones de los psicólogos'.

La clave del espacio para ayudar a estas parejas está en las imágenes que captan las cámaras. Conviven con ellas durante quince días para que los terapeutas puedan diagnosticar sus problemas. 'Es increíble', descubre una de las psicólogas, Arantxa Coca Vila, 'pero al tercer día cambian su comportamiento, empiezan a ser auténticos y surgen los problemas'.

La sorpresa de verse 'así'

Esos vídeos, de los que se llegan a grabar 200 horas por pareja, han sido de una utilidad decisiva. 'Para nosotros es una gran suerte poder ver su comportamiento y no tener que imaginar cómo actúan', señala Coca Vila. Para las parejas, más aún. 'Me reconozco en las imágenes, pero no quiero ser así', dice uno de los chicos sometidos a la terapia del programa. Los expertos dan fe de que los hábitos cambian tras el 'shock' de ver sus propias imágenes discutiendo o actuando con desdén hacia la pareja.

Una vez analizado el vídeo, los psicólogos les plantean el camino a seguir proponiéndoles tareas que ayuden a mejorar su situación. E incluso un ‘carné por puntos' de la pareja que castigue conductas negativas como comer de pie o no colaborar en tareas del hogar.

Las parejas fueron escogidas tras un complejo test que filtró a quienes sólo buscaban salir en televisión. 'Sólo hay gente que pretende solucionar un problema personal', sentencia Úbeda, 'a la que tratamos de ayudar proporcionándoles herramientas adecuadas: no hay resultados garantizados'. Joan Úbeda, que durante años ha trabajado el formato del documental periodístico (30 minuts, Vidas privadas) reivindica que este programa bebe de esos formatos: realidad sin guiones ante la cámara. Y huye del morbo, pues las parejas podían tapar la cámara con una tela negra: sólo la usaron para relaciones sexuales.







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