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Fotografía Revivir la historia de Madrid con el cajón de fotos antiguas

El proyecto 'Memoria de los Barrios' recupera el pasado de Madrid con las imágenes y recuerdos aportados por los vecinos.

Antonio con sus sobrinos, en el patio de su casa en la UVA de Vallecas.

La red de Bibliotecas Públicas Municipales y la institución digital memoriademadrid recogen fotos, ilustraciones y recuerdos de los vecinos para crear una colección digital que explique la historia de los barrios de la capital.

Críos que juegan con caballos de cartón, trenes de madera y vaqueros e indios de plástico; escolares que posan ante la cámara con un mapa de España detrás o estampas tradicionales del afilador, el padre que sube a sus hijos a la moto o bares con camareros que sirven cañas y vinos en la barra.

Cualquiera de estas imágenes y otras similares sobre la vida cotidiana sirven para reconstruir la memoria de los barrios de la capital, gracias a un proyecto emprendido por la Biblioteca Digital memoriademadrid, que pide a los vecinos que les entreguen sus fotos antiguas para que, una vez digitalizadas y catalogadas, formen parte del imaginario colectivo de la ciudad.

"Todo parecía que estaba predestinado", recuerda Pedreira, "para que las bibliotecas públicas y nosotros nos uniéramos en el proyecto

Cansados de ver cómo el Ayuntamiento, las asociaciones vecinales y otras instituciones organizan campañas de recogida de fotos o ilustraciones para recuperar la memoria de un barrio o distrito y de que luego ese material acabe en un disco duro guardado en un cajón, los responsables de la biblioteca digital se pusieron manos a la obra para evitar que todos esos documentos acabaran cautivos en un servidor de internet.

El director de la biblioteca, Gilberto Pedreira, explica que este centro tiene como misión la digitalización y la difusión del patrimonio de la ciudad y que el objetivo del proyecto Memoria de los Barrios estuvo muy claro desde el principio: incorporar las aportaciones de los vecinos a una gran base de datos municipal donde se combinaran las donaciones de los particulares con las colecciones de las que dispone en Ayuntamiento.

"Todo parecía que estaba predestinado", recuerda Pedreira, "para que las bibliotecas públicas y nosotros nos uniéramos en el proyecto, aprovechando el tejido y la red de bibliotecas del Ayuntamiento y la infraestructura que puede ofrecer la Biblioteca Digital memoriademadrid, y crear así una gran web o repositorio de documentación". 

Celebración de las navidades en el bar americano del edificio Capitol. Cedida por Alberto Herreros Castillo.

Celebración de las navidades en el bar americano del edificio Capitol. Cedida por Alberto Herreros Castillo.

Barrios históricos

El proyecto arrancó en 2014 en las bibliotecas de Carabanchel y Vallecas, dos de los considerados barrios históricos que no formaron parte de la ciudad de Madrid hasta la segunda mitad del siglo XX, y en los que su historia y sus documentos están peor representados en las instituciones municipales.

Según Pedreira, ambos barrios aglutinaban todos los elementos considerados esenciales para un proyecto de estas características: una historia anterior incluso a Madrid, una rápida y radical transformación durante la pasada centuria “y una población que ha querido contar su historia y que nunca quiso perder su identidad como barrio”.

En la actualidad, el proyecto, que tiene previsto ser permanente, está funcionando en las bibliotecas Huerta de la Salud (Hortaleza), Pío Baroja (Arganzuela), Conde Duque (Centro), Iván de Vargas (Centro), Francisco Ayala (Vicálvaro), Miguel Delibes (Moratalaz), Gerardo Diego) (Vallecas Villa), Pozo del Tío Raimundo (Puente de Vallecas), La Chata (Carabanchel), Ana María Matute (Carabanchel) e Iván de Vargas ( Centro).

Hasta la fecha se han recogido un total de 8.825 imágenes, entre fotografías, folletos, publicaciones periódicas y diarios de barrio

Los empleados municipales aceptan cualquier tipo de documento que sirva para conocer el pasado más o menos cercano: fotografías, tarjetas postales, carteles, documentos privados (carnés de pertenencia a asociaciones o club deportivos, cartillas de racionamiento), billetes de metro, estatutos de equipos o clubs deportivos, entradas de conciertos, carteles, folletos, publicidad, billetes de autobús, recibos, etcétera.

Los donantes firman un documento de cesión de derechos a la biblioteca digital y responden a un breve cuestionario para obtener la mayor información posible acerca de la fotografía entregada. Posteriormente, el material se digitaliza, se cataloga y se clasifica, y finalmente se publica simultáneamente en www.memoriadelosbarrios.es y www.memoriademadrid.es.

Hasta la fecha se han recogido un total de 8.825 imágenes, entre fotografías, folletos, publicaciones periódicas y diarios de barrio. De ellas se han publicado en la web 1.526 documentos y otros tantos están a la espera porque el proyecto se encuentra inmerso en un proceso de cambio de plataforma tecnológica. Las bibliotecas que acumulan más donaciones son las de Carabanchel, Pozo del Tío Raimundo y Arganzuela.

El Palacio Real, después de la Guerra Civil. Cedida por Antonio Prats.

El Palacio Real, después de la Guerra Civil. Cedida por Antonio Prats.

El Che en Vistalegre

Entre ese material se encuentran imágenes muy curiosas, como la del Che Guevara en la plaza de toros de Vistalegre o del Palacio Real después de los bombardeos de la Guerra Civil.

También hay fotos emotivas, según las califica Pedreira, como estudiantes de los años cuarenta que posan en la escuela, detrás de un mapa, o la de un burro en el Pozo del Tío Raimundo, del que se servía un fotógrafo para atraer a los niños.

Los guionistas de series de televisión y documentales han acudido a Memoria de Madrid para documentarse sobre El Rastro y otras zonas típicas de la capital. También lo han hecho estudiantes que preparan la tesis, suplementos de periódicos y hasta la Ópera de París, que quería realizar un folleto histórico.

"Lo verdaderamente importante de este proyecto", recalca Pedreira, "es que los documentos particulares están al mismo nivel que los municipales. Se trata de una magnífica herramienta para convencer a la gente de que el patrimonio hay que preservarlo. Como decía Machado, "en materia de cultura y de saber, solo se pierde lo que se guarda y solo se gana lo que se da".

Niños del colegio Francisco Fatou, en Vallecas (1940-1941). Cedida por Manuel Pérez Humanes

Niños del colegio Francisco Fatou, en Vallecas (1940-1941). Cedida por Manuel Pérez Humanes

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