En esa vorágine de cardados e imperdibles fueron muchas las pioneras que alzaron su voz. El ciclo Mujeres hechas de punk —que desde este lunes se poyecta en la Cineteca del Matadero de Madrid— pretende reivindicar el papel que jugó una generación de mujeres que encontró en el punk una herramienta para empoderarse frente a la dominación machirula. "Como siempre han trascendido las figuras masculinas, pero el peso de la mujer en el movimiento fue muy importante", apunta la académica Cristina Garrigós, que comisaria el ciclo junto a la también profesora Nuria Triana.

Documentales y largometrajes nos mostrarán esa otra cara menos reconocida, un recorrido por algunas de las protagonistas más relevantes de un movimiento contracultural que puso patas arriba la mojigata sociedad de la época. "Todas ellas comparten un sentimiento de libertad, de querer ser dueñas de su propia vida y de dejar bien claro que no están disponibles". Un discurso que encarnan ilustres del movimiento como Ana Curra, Teresa González (Desechables) o Paloma Romero —más conocida como Palmolive—.

"Juegan con su sexualidad pero lo hacen de un modo provocativo y en ocasiones también beligerante, escenifican su autonomía y su rebeldía...", añade Cristina Garrigós. Una estética innegociable que se fue extendiendo por toda Europa con el Reino Unido y Estados Unidos como principales focos. "Nuestra intención con este ciclo era evidenciar esas interconexiones con las diferentes escenas, poner a dialogar los distintos modos de entender esta contracultura".

Un diálogo que tiene como hilo conductor a la mujer y su anhelo de libertad. "He oído a la gente decir que el punk ha muerto y que ‘no es como cuando yo era joven’. Eso depende de nosotros […] Podemos hacer que sea relevante porque siempre hay mierda de la que ocuparse. Tengo el honor de tocar con todo tipo de personas y veo cómo ha evolucionado el punk. Porque así empezó, con una escena inclusiva. Así que reconozcámoslo y hagamos que sea relevante", confiesa la artista Alice Bag en We’re Here, We’re Present, una de las joyas del ciclo.

Y del universo punk rocker británico a la por aquel entonces ensimismada España. Tres piezas bosquejan lo que se cocía por estos lares. El peor Dios narra la imposible tragedia de Desechables, grupo maldito definitivo sobrado de oscuridad, vicio y mala fortuna. Por su parte, el documental De un tiempo libre a esta parte nos ofrece una visión excitante y reflexiva de un tiempo que dio origen a la Movida madrileña, y aporta las voces de personas que participaron como creadores y espectadores, formando parte de grupos musicales de principios de los años ochenta. Y por último, Autosuficientes, documental sobre la historia de Parálisis Permanente y un nuevo acercamiento a la figura de Ana Curra.