"Este nuevo puritanismo que odia a los hombres, que viene tras el movimiento #MeToo, me preocupa", ha asegurado Michael Haneke en una entrevista al medio austríaco Kurier. El cineasta, al ser preguntado por la actual "tendencia a reconstruir tabúes" como resultado del debate de este movimiento reivindicativo, ha respondido que le parece "absolutamente deslumbrante" este "prejuicio de la histeria que se está extendiendo ahora".

El doble ganador de la Palma de Oro en Cannes cree que el #MeToo arruina la vida y la carrera profesional de las personas que son acusadas de abusos sexuales en la industria del cine. Asimismo, compara el movimiento contra el abuso sexual -que creció con el escándalo de Harvey Weinstein- con la "rabia ciega que no se basa en hechos y es perjudicial, ya que destruye la vida de las personas cuyo delito aún no se ha demostrado en muchos casos".

Michael Haneke recuerda la reciente polémica en torno a un cuadro de Balthus, que ha protagonizado una recogida de firmas en la que instan al Met de Nueva York a que deje de exhibirlo por considerar que ofrece "una visión romántica de la cosificación de las menores".

Para el cineasta austríaco, la obra del pintor "es simplemente grotesca". Asimismo, critica que los actores, ante estas campañas contra cualquier forma de erotismo, hacen películas y series con miedo.

"¿Dónde vivimos? ¿En una nueva Edad Media?", cuestiona. Y, pese a condenar "todo ataque sexual y violento contra hombres y mujeres", señala que "la caza de brujas debe dejarse en la Edad Media". El director y guionista, tras estas palabras, ironiza con las críticas que pueda recibir. "Puedo imaginar lo que puedes leer en las redes después de esta entrevista: Haneke, el cerdo machista".