Luis Albert Segura es fiel a sus principios. A los de sus inicios, cuando grababa sus demos en cintas de casete con sus iniciales, L.A., y a los que le dictan hoy que conserve su nombre artístico pese al peaje que supone ser prácticamente invisible para los buscadores.

En su sexto disco de estudio, Dualize (Dreamville Records/Marxophone) vuelve a comprometerse con su impulso vital de mutar su sonido para ser fiel a esos principios. L.A. se encuentra cómodo en el cambio constante, aunque esto pueda desconcertar a su público. 'Siempre he hecho lo que he querido aunque a la gente le pueda parecer que me vendí el culo con Heavenly Hell -el disco con el que cobró notoriedad: Recupera el Con música a otra parte a L.A.-  para hacer algo comercial y ganar dinero, pero no. Iba a ser mi cuarto disco autoeditado y finalmente salió con Universal. Creo mucho en la honestidad del proyecto. Si hasta ahora me ha ido bien por qué cambiar, por qué cantar en castellano o hacer algo que no me gusta', apunta.

Luis Albert detesta repetirse. Tanto que desechó un disco casi terminado tras el aclamado Heavenly Hell para girar 360º y producir su película muda más sobria y clásica, Slnt Flm. 'Era lo que todo el mundo esperaba. Yo no quiero hacer lo que todo el mundo espera. Me parece muy cutre cuando ves a grupos que hacen un hit y después sacan el mismo hit con distinta letra'. Por eso, tras el colorido y azucarado Evening Love, que cerró una etapa, vino Over & Over, una canción en blanco y negro. 'Ésa es la diferencia entre el que está aquí para ganar dinero o el que está aquí para hacer arte o como quieras llamarlo', dispara.

El mallorquín se marchó a Oregón, Estados Unidos, para grabar su último trabajo, Dualize, en el estudio casero del teclista de The Shins, Richard Swift, al que conoció durante la grabación de su anterior álbum. El disco fue producido con la técnica de un pintor. Ambos músicos iban seleccionando las piezas una por una de entre las demos, y una por una las iban grabando. De este modo, la primera canción del disco fue la primera que registraron y la última puso fin al tracklist. 'Me fui con unas 25 canciones y de ahí fuimos seleccionando. Hay algunas que han salido de demos de 20 segundos. De hecho, Dualize es una demo de 18 segundos', revela. Luis destaca el papel de Swift durante la grabación: 'Este es mi disco compartido con Richard, un disco hecho por los dos, porque hay mucho de él, mucha de su magia', relata.

Te dejaste aconsejar bastante por Richard, entonces...

A veces no me siento muy fiable de mi decisión. Sí que me dejé aconsejar.

'Me parece muy cutre cuando ves a grupos que hacen un hit y después sacan el mismo hit con distinta letra'¿Ves venir cuando una canción se puede convertir en éxito, teniendo en cuenta canciones que han funcionado en el pasado?

Es curioso, pero no me dejo llevar por lo que ha funcionado antes. Creo que hasta ahora no me he repetido en ninguno de los seis discos que he hecho.

Sacas este disco, además, en un momento de muchos cambios en tu proyecto. Acabas de volver a la autoedición tras romper con Universal y uno de los miembros de la banda, Carlos Pilán (guitarrista de Sexy Sadie), ha dejado el grupo.

El cambio de formación llega en un momento complicado. El disco pide contratar a dos músicos más, no quitar uno. Para plasmar este disco tal y como está necesitamos un percusionista y un teclista y seguir como tres guitarras.  Lo que hemos hecho es no calcar el disco sino interpretarlo. A mí me gusta más así. De repente ya dualizamos la cosa.

El productor Suso Saiz decía en una entrevista que en España, al contrario de lo que sucede en otras partes, se experimenta más en los primeros discos que en los posteriores por miedo a perder a los fieles conseguidos con el primero, cuando realmente debería ser al revés...

Pasa mucho, hay bastantes ejemplos que todos conocemos. No hace falta citar nombres. Es un error.

'Tengo guitarras por toda la casa, así en un momento dado tengo el móvil y puedo grabar'¿Le dedicas mucho tiempo a tocar la guitarra y componer?

Si te digo la verdad no tengo en mi agenda esto de 'martes y miércoles de cinco a ocho tocar la guitarra'. Tengo guitarras por toda la casa, así en un momento dado tengo el móvil y puedo grabar. Muchas cosas las arranco porque pienso que pueden ser algo y al minuto estoy pensado ‘esto es mierda pura'. Y hay muchas cosas que se quedan ahí, que voy almacenando. Pero no me planteo eso de hoy voy a hacer canciones. Muchas veces es muy frustrante. Por ejemplo, hace dos meses a lo mejor que no hago nada porque estamos con otras historias y estoy con otra película.



¿Qué es lo que te preocupa actualmente como para plasmarlo en la letra de una canción?

Siempre he sido muy reservado a la hora de explicar de qué van las canciones. Cada uno que las interprete como quiera. Pero soy un treintañero que va cumpliendo años que tiene sus más y sus menos amorosos. El motor es ése: el día a día, mi vida con mi pareja, lo que me cuentan, lo que me entero, todo eso me influye.

¿El tener una vida desequilibrada o loca ayuda para componer con más fluidez, como dicen?

Cuanto más desequilibrada está la situación más rápido funciona el corazón y más emociones tienes. Y eso sin ningún tipo de duda es miel para esto. Cuanto más cómodo estás, más tranquilo, menos funciona. El motor de la música es esto -señala su corazón-, la patata. Si no, no vendes. Y la gente no se lo cree. ¿Por qué los grupos punks vendían tanto? Porque estaban cabreados de verdad y te lo creías. ¿Y por qué John Mayer sigue ahí? Porque el tío está picando piedra por ahí, y está con una, está con otra, se enamora, se desenamora, hace canciones, y su motor es eso, el amor. El corazón es el que manda. Al fin y al cabo transmites emociones con la música. Yo intento no vampirizar mucho porque no me interesa crear muchos problemas en mi vida pero sin darte cuenta generas situaciones que están dando chicha para luego dar de comer a los tiburones.

'Cuanto más desequilibrada está la situación más rápido funciona el corazón'La banda se encuentra ahora en pleno despegue en una gira que le llevará a recorrer España durante 2013, pero en sus planes está volver a tocar fuera, como hicieron ya el año pasado. Un grupo español cantando en inglés y compitiendo con las grandes bandas internacionales, un territorio hostil para bandas que tratan de abrirse camino...

Para mí la mayor hostia que nos hemos llevado, no a nivel de grupo, sino a nivel emocional, a nivel de ‘estamos a mil años luz de esta mierda: hay que currar mucho', fue Austin. Allí hay un montón de bandas en garitos con diez personas que te quedas boquiabierto, que a lo mejor no salen de ahí y que no se comerán un colín en la vida . Después ves que van bandas como Amaral y meten diez personas y ves que el mundo es muy grande y hay mucha competencia.  Pero yo quiero estar ahí, esa es la diferencia. Yo tengo mucha confianza en mí porque la necesito. Porque como no vayas muy amueblado vuelves destruido y dejas la música. Nosotros nos hemos planteado intentarlo porque vemos que no es imposible. Es simplemente hacer canciones. Yo lo decía el otro día en una entrevista, me preguntaban cuál era el secreto: el secreto es una puta melodía, hacer canciones, tener canciones. Si el que hace la canción es de Brasil pero la canción entra guay y a la gente le gusta, eso irá bien. Mira Gotye. Tiene un disco muy bueno pero tiene una canción que ha traspasado todo tipo de barreras. Quién te iba a decir que un tío de Bélgica iba a vender millones de discos. Ése tío ya se puede morir sólo con los derechos de autor de una canción. Una canción bien hecha, una buena melodía. Es la base de todo.

¿A nivel español, dónde está toda ese público que llena pabellones para ver a grandes bandas internacionales como Mumford & Sons o The Black Keys pero que no se engancha con tanta facilidad a grupos españoles?

El público español es un tema delicado. Porque son muy... -Luis realiza una pausa-. Como te diría para no parecer un gilipollas... Hay varias cosas. Primero que no hay un grupo aquí como Mumford & Sons. Ninguno. Ni como The Black Keys. No lo hay. Aquí hay grupos de lo que hay. Pero por otro lado es como que a la gente le da vergüenza creernos buenos y hacer algo honesto. Yo soy de los que escucho música anglosajona. Música española no consumo nada, pero porque la música que se cuece aquí no me motiva como para gastarme 14 pavos en un CD. Y como yo hay mucha gente. Pero hay más gente que le da vergüenza ir a ver bandas españolas que empiezan. El público español es como que se avergüenza de sí mismo.

'Hay gente que le da vergüenza ir a ver bandas españolas que empiezan'Esto es algo quizás que extrapola lo musical, ¿no?

Sí, totalmente. Pero aquí por ejemplo tampoco tenemos la cultura musical de EEUU o Inglaterra. Porque no es nuestra cultura, que viene de un sitio totalmente diferente. Es una cuestión cultural de remontarse a muchos años atrás. Se tendría que hacer un trabajo casi antropológico.

Hablando de la cultura de este país, me ha llamado la atención tu sensibilidad especial por los animales y cómo en redes sociales te pronuncias duramente contra el maltrato, sin pelos en la lengua.

Es algo que me incomoda, me toca mucho. Hay cosas que no tolero y no me considero un ser superior ni hostias benditas pero para mí los toros son una barbaridad, las corridas de toros son una atrocidad. Me duele formar parte de un país donde esto se considera arte o un deporte. No me gusta hacer sufrir a nadie y menos matarlo. Siempre que puedo intento echar un cable o denunciarlo. No puedes matar un elefante, no puedes matar un mono, no puedes matar un tigre. No puedes hacerlo porque nadie te ha dado permiso para ello. Tienen el mismo derecho que tú a estar en la tierra. No eres superior a él porque seas más inteligente o porque puedas hacer manualidades.  España es un país en el  especialmente esto está a años luz del resto del mundo. Nos creemos tan inferiores muchas veces... Yo podría ser muy duro con esta mierda -sonríe-. Si algún día tuviese poder por ser muy conocido seguiría con esto a muerte.