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Mateo Maté, el rey de lo doméstico

El artista madrileño presenta la exposición 'Viajo para conocer mi geografía' en el Matadero de Madrid

JORGE GARCÍA

Un viaje por las estancias de una casa cualquiera, en un día cualquiera y montado en un coche de scalextric. Ésta es la propuesta de Mateo Maté (Madrid, 1964) en su exposición Viajo para conocer mi geografía, que el próximo sábado se abrirá al público en el Matadero de Madrid (Paseo de la Chopera, 14) y que podrá visitarse hasta el 14 de marzo. 'Era una obra que tenía en la cabeza y éste era el sitio adecuado. A lo mejor no lo hubiera hecho nunca si no me lo hubieran propuesto', reconoce el artista madrileño.

Maté es el rey de lo doméstico. Su amplia obra, más de 20 años han transcurrido desde su primera exposición, casi siempre ha estado dedicada a la iconografía doméstica; a analizar qué se esconde detrás de ese universo cotidiano y familiar con el que convivimos diariamente. 'En lo cercano está todo, está la esencia de las cosas. Yo no miro más allá. Trabajando con lo doméstico no te equivocas. De lo que me viene dado, no puedo fiarme', asegura.

Nada más entrar, parece que el caos se apodere de la sala. Los restos de una cena, una mesa, una colilla o unos libros apilados forman la geografía de Maté. 'Mi casa está así, es un caos, pero todo forma parte de mi vida', reconoce. Sin embargo, este supuesto desorden no lo es tanto y, al mismo tiempo, es la esencia de la exposición. Como recalca el artista, 'los trastos de cada uno conforman un paisaje anárquico que se ordena según vamos viajando'.

La importancia que le otorga a los actos domésticos en su arte se debe a que, como comenta, 'existe una relación directa entre lo que hacemos con los hijos, amigos o familia y cómo nos comportamos a nivel global'. Para Maté es imposible mostrar dos personalidades distintas: 'Quien es fascista lo es en su casa y en la calle', sentencia.

Mientras explica en qué consiste esta serie, una señora pasa a su lado y lo felicita por cómo ha quedado finalmente su trabajo. 'Me ha encantado', dice con entusiasmo. Él no tarda en reaccionar y, entre risas, le comenta que ahora tiene que traer a sus hijos para que lo vean. Ésta es una de las ventajas de su obra, que cualquiera puede acercarse a ella y darle un significado. 'Esta serie comunica, sobre todo porque son elementos que cualquiera puede reconocer'.

Maté rehúye de todo lo que implique complejidad. Para él, el arte ha de ser algo sin muchos alardes. 'No se necesitan grandes montajes, grandes figuras o gastarse mucho dinero para comunicarte con los demás', subraya. Y esto lo lleva a su máxima expresión, porque demuestra que sin salir de su casa pueden crearse grandes obras.

No se muestra nada preocupado por la repercusión que pueda tener esta muestra. Su único deseo es que quien venga lo disfrute y sea capaz de ver un mundo distinto cuando termine la visita. Además, el viaje de Maté no ha concluido porque, como él mismo reconoce, su geografía continuará viajando.

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