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"¿Hay que ser un monstruo para luchar contra un monstruo?"

Entrevista a Ed Zwick, director. El cineasta habla sobre ‘Resistencia’, otro filme sobre los judíos y la Segunda Guerra Mundial

ROSA GAMAZO

Ed Zwick (Chicago, 1952) comenzó su carrera como periodista de la revista Rolling Stone. Debutó en el cine en 1986 con Qué pasó anoche. Más tarde llegaron títulos como Tiempos de gloria (1989), El último Samurái (2003) o Diamantes de Sangre (2006). En Resistencia, que se estrena el viernes, Zwick cuenta la historia de los hermanos Bielski y de la comunidad que crearon en los oscuros y glaciales bosques de la Bielorrusia ocupada para escapar de los nazis.

Cuando se produjo la invasión nazi en junio de 1941, los tres hermanos, miembros de una familia de granjeros judíos, se convirtieron en objetivo prioritario de las SS. Para salvar sus propias vidas, escaparon a los bosques locales, una vasta y tupida zona que conocían desde la infancia. Allí, tras ocultarse de sus perseguidores, formaron un improvisado grupo de partisanos decididos a luchar contra la ocupación nazi y sus colaboradores.

¿Cómo conoció el proyecto?

Mi amigo Clayton Frohman vio una esquela hace doce años en el diario The New York Times sobre un miembro de la familia Bielski. Ambos contactamos con Nechama Tec, una profesora de la Universidad de Connecticut que vivió los hechos en primera persona. Nos apasionó tanto su historia que decidimos comprar los derechos de la novela, en la que Tec cuenta el primer año de convivencia en la comunidad de resistentes, que se ocultaban de los nazis en los bosques.

¿Estaba familiarizado con la historia?

No, no tenía ni idea. He leído mucho sobre la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto judío, pero no estaba al tanto de este episodio de la resistencia. Tampoco sabía, claro, que estos hombres salvaron la vida a miles de judíos. La iconografía popular del Holocausto se ha referido casi siempre a las víctimas. Es necesario añadir complejidad a ese concepto, entender que hay una diferencia entre pasividad e impotencia, que hubo brotes de resistencia en muchos lugares. Esta historia nos lleva a preguntarnos: ¿Qué habría hecho yo en esas circunstancias?

Ha dirigido en varias ocasiones películas bélicas. ¿Le interesa el género por algo en particular?

El ser humano pasa por situaciones extremas en tiempos de guerra. Como director me gusta explotar esa faceta. Es un momento en el que el hombre deja a un lado su cara más amable y gentil. Todas las cosas buenas parecen desaparecer.

La película está basada en hechos reales. ¿Facilitó eso su trabajo?

Ayuda. Digamos que el hecho de estar basada en una historia real le da cierta forma a la historia, lo que facilita su ejecución. No obstante, también te limita, porque no debes inventarte nada. Tienes que ser capaz de sintetizar la historia en dos horas o dos horas y media. Es un cóctel de dramatización, montaje y síntesis. Con todo, cuentas con cierta libertad a la hora de escribir los diálogos, puedes jugar con ellos, embellecerlos. Al fin y al cabo no estabas ahí para escuchar lo que dijeron los personajes en realidad. Aparte de eso, te tienes que mantener fiel a los hechos que ocurrieron, que en este caso son los siguientes: tres hermanos judíos que organizaron la resistencia bielorrusa contra los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Es una historia sobre gente apasionada que logró aferrarse a su humanidad en las circunstancias más adversas. Además de que se identifiquen con los personajes, quiero que los espectadores se mantengan en vilo, una sensación que sólo una película es capaz de crear. Y, sorprendentemente, para lograrlo no hacía falta que expurgáramos la historia, porque la emoción ya estaba allí, en los hechos reales.

¿Cómo eran los hermanos Bielski?

Los Bielski no eran santos. Eran héroes con imperfecciones, que es lo que los hace tan reales y tan fascinantes. Aun así, creo que descubrieron en sí mismos algo magnífico e inesperado. Al crecer su comunidad, se vieron obligados a convertirse en auténticos líderes, a asumir una enorme responsabilidad y descubrir lo mejor de sí mismos.

Tuvieron que afrontar gran cantidad de complejos dilemas morales, que la película pretende dramatizar. ¿Es necesario convertirse en un monstruo para enfrentarse a monstruos? ¿Es necesario sacrificar a la humanidad para salvar a la humanidad? El rodaje fue en un bosque, como una acampada…

En realidad dormíamos en un hotel. Comenzábamos antes de las siete de la mañana y nos quedábamos rodando hasta que anochecía. Daniel Craig afirma que colocamos el campamento base lejos del bosque para crear una atmósfera más real y que los actores sintieran que estaban realmente solos en el bosque. Todo el equipo se arremolinaba alrededor del fuego para entrar en calor. Intentamos recrear la forma de vida por la que pasó esta pobre gente durante la guerra, aunque sólo fuera durante el día.

¿Cómo describiría su estilo cinematográfico?

Me interesa la historia y los actores con los que trabajo. Creo que estos dos factores son más importantes que la labor del director. Estoy convencido de que cuanto mejor es la historia que se está intentando contar, mejor va a ser mi trabajo y como consecuencia el resultado final. Resistencia parte de una historia muy interesante. El hecho de que esta gente sobreviviera viviendo en un bosque me fascinó.

¿Ha cambiado mucho Hollywood desde que empezó su carrera como director hace más de 20 años?

Creo que el hecho de que las películas sean tan caras hoy  ha provocado que la mayoría estén dirigidas a todos los públicos, con la única intención de recaudar más dinero. Antes se hacían más dramas de gran calidad. Este género ha sufrido mucho por este motivo. Los estudios no quieren arriesgarse a producir filmes más alternativos, porque creen que no van a recaudar dinero. Es una pena. Ahora los dramas más interesantes vienen del mundo independiente.

¿Cuáles son sus mayores logros como director?

¡Ay Dios mío! Creo que lo mejor de mi carrera como director ha sido tener la oportunidad de trabajar junto a actores de un gran calibre, actores que tienen un talento impresionante. Lo mismo me ocurre con el equipo técnico. ¡Algunos tienen tanto talento! Ser artista y estar rodeado de los mejores es el mayor logro que he podido llegar a conseguir como director.

¿Tiene los Oscar en mente? ¿Espera optar a alguno por este filme?

Lo que me interesa en realidad es que la gente vaya a ver
la película.

Los hermanos Bielski crearon una improvisada aldea en el bosque de Naliboki, viviendo en refugios subterráneos. Allí, llegaron a construir un improvisado hospital, un molino, una panadería, unos baños públicos, un teatro y una sinagoga. Entre el horror que se cernía a su alrededor, este campamento secreto fue bautizado como el ‘Jerusalén de los bosques’.A medida que se corría la voz aumentó considerablemente el número de habitantes, hasta incluir a refugiados de todas las profesiones y estratos sociales posibles.

Pese a sufrir innumerables penurias, desde desnutrición, enfermedades contagiosas, luchas con patrullas enemigas y discordias internas, lucharon por mantener un asomo de normalidad en su vida. Los niños acudían a clase, las parejas se enamoraban y casaban. Todos, jóvenes y viejos, contribuían en lo que podían. Y así nació una comunidad que pasó a la historia gracias a un libro.

 

 

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