Público
Público

La guerrilla del bikini

El 5 de julio se celebra el Día Mundial del Bikini y aquí recordamos unos cuantos que se han hecho famosos en el cine. Bikinis de piel, con cinturón o espaciales… a los que la censura de Franco se resistió todo lo que pudo y que López Vázquez celebraba un poco alterado.

Raquel Welch, en 'Hace un millón de años'
Raquel Welch, en 'Hace un millón de años'. Cedida

"¡Viva Escandinavia!" gritaba José Luis López Vázquez. Y Juanjo Menéndez le coreaba: "Ya están aquí las suecas". Era 1968, todavía vivía Franco y aunque ya se habían visto algunos bikinis en las playas españolas, este país seguía siendo católico apostólico y romano, pacato hasta la médula y estaba plagado de carcas victoriosos. La visión de una mujer en bikini provocaba reacciones desbocadas entre algunos elementos del reprimido, y lamentable, macho hispánico.

López Vázquez ponía su inmenso talento al servicio de un personaje ridículo, un pobre españolito del final de la dictadura, al que se le salían los ojos de las órbitas al ver a una mujer con un bañador de dos piezas, que salivaba y se exaltaba, perdía los papeles sin pudor y terminaba gritando sandeces en su bochornosa berrea. "¡Y viva Fraga Iribarne!". Era el doctor Enrique Varela de Cuidado con las señoras, la película de Julio Buchs que reivindicaba, de aquella manera, el bikini desde nuestro cine.

Las críticas de entonces llamaban "situaciones picantes" a momentos de puro sonrojo, con estos personajes boquiabiertos ante el desfile de mujeres en bikini por las playas de Torremolinos, mientras Los Gritos cantaban "cuidado con las señoras, que te complican y te enamoran" (el resto de la letra es tan ofensiva para las mujeres que me la ahorro).

Legalizar el bikini

Superada la amenaza de excomunión para el alcalde de Benidorm, Pedro Zaragoza, que en 1953 se subió a la Vespa y se fue a Madrid a convencer a Franco de que legalizara el bikini, España recibía el bañador de dos piezas mucho más desde el cine que desde la arena de sus playas.

En 1963 había llegado a las salas Agente 007 contra el Doctor No (1962), de Terence Young, con un joven Sean Connery y una deslumbrante Ursula Andress, protagonista de una escena icónica en la historia del cine. Honey Ryder (nombre del personaje) salía del agua con un bikini color marfil y con un cinturón en el que llevaba una daga. El bikini se convirtió en pieza de coleccionistas. Primero lo compró la propia actriz. Lo vendió en 2001 por 65.000 euros. Y hace tres años se volvió a subastar con un precio de salida de medio millón de dólares.

Ursula Andress, en 'Agente 007 contra el Doctor No'
Ursula Andress, en 'Agente 007 contra el Doctor No'. Cedida

La imagen quedó tatuada en la retina de millones de personas y la secuencia se encumbró como una imborrable imagen del cine, tanto que años después, en 2002, Halle Berry, en otra aventura de James Bond, Muere otro día, repitió modelito, esta vez en naranja y de nuevo con el cinturón a la cadera. Y cuatro años más tarde, el James Bond de las últimas entregas, Daniel Craig, quiso imitar a sus compañeras e hizo otra llamativa salida del mar en bañador en Casino Royale (2006). En 2012, un fan del personaje compró el famoso bañador por 55.000 euros en una subasta que celebraba los cincuenta años del personaje y en la que la presentadora de las piezas, la actriz Judi Dench, solo señaló de esta prenda: "Lo único que os voy a decir es que está sin lavar".

Un bikini de piel

Al bikini de Ursula Andress no tiene nada que envidiar el de Brigitte Bardot en La chica del bikini, una película de 1952 de Willy Rozier que tardó en llegar a los cines españoles doce años. Se estrenó el15 de septiembre de 1964 en A Coruña, en el Primer Festival Internacional Cinematográfico de la Mar. Los españoles pudieron entonces ver el debut de la actriz, que en esta película interpretaba a la hija de un farero, una adolescente que conocía a dos jóvenes que buscaban un tesoro.

Brigitte Bardot, en 'La chica del bikini'
Brigitte Bardot, en 'La chica del bikini'. Cedida

Poco después, en España se pudo ver también a Raquel Welch, poderosa con su bikini de piel en un mundo prehistórico en el que los fabulosos dinosaurios del genial Ray Harryhausen peleaban a muerte. La Hammer, la prestigiosa productora británica, se forró en la taquilla con esta película, Hace un millón de años (1966), y la actriz, que solo tenía tres líneas de diálogo conquistó fama mundial. El poderío del bikini en los sesenta.

Censura franquista

La historia de aquella película molestaba mucho menos a la censura franquista, a pesar de contar con una actriz medio desnuda, que la provocadora Lolita de Kubrick. Estrenada en 1962, en España no aterrizó hasta 1971. El propio Kubrick había sufrido las restricciones impuestas por el Código Hays y por la Legión Católica de la Decencia, y siempre se lamentó de ello. Si pudiera hacer de nuevo la película, habría enfatizado el componente erótico de su relación con el mismo peso que lo hizo Nabokov.

Sue Lyon, en 'Lolita', de Kubrick
Sue Lyon, en 'Lolita', de Kubrick. Cedida

La imagen de Sue Lyon en bikini, mirando por encima de sus gafas de sol, con una gran pamela, al profesor Humbert Humbert, dio la vuelta al mundo. La actriz tenía catorce años cuando se rodó la película y con esta interpretación conquistó el Globo de Oro a la mejor nueva estrella del año.

Cuando los cines españoles estrenaron la tercera película de la primera trilogía de Star Wars, El retorno del Jedi en 1983, ya se habían superado algunos traumas nacionales, nos habíamos sacudido mucha caspa de encima y la represión quedaba solo para el recuerdo. La imagen de Carry Fisher en bikini espacial no "encendió" a nadie. Como tampoco lo hizo la de Brooke Shields en El lago azul ni, por supuesto, todas las que vinieron después. Y, felicísimamente, aquí nadie gritaba ya en el cine loas a aquel ministro de Información y Turismo.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?