Tras haber presentado en la noche del jueves su extravagante Megalópolis en Cannes, Francis Ford Coppola aseguró este viernes que cuando inició el proyecto, hace 40 años, no imaginó que pudiera terminar tan conectado con su tiempo. "Lo que pasa hoy en la política americana es exactamente cómo los romanos cuando perdieron su República hace miles de años", advirtió el director.

En una rueda de prensa junto a Adam Driver, Giancarlo Esposito, Aubrey Plaza y otros miembros del equipo del filme más esperado de esta edición 77ª del Festival de Cannes, Coppola reflexionó sobre la idea original que tuvo a finales de los setenta, cuando rodaba Apocalypse Now. No fue hasta los ochenta cuando comenzó a escribir una historia épica romana aunque la cinta sucede en los Estados Unidos modernos.

"Pero no sabía que la política de hoy la haría tan relevante", opinó el responsable de títulos emblemáticos de la historia del cine, como la saga El Padrino. La tendencia en el mundo actual, argumentó Coppola, es la de ir hacia a una "neoderecha", incluso "fascista", y eso es algo que "da miedo".

"Cualquiera que estuviera vivo en Segunda Guerra Mundial y vio los horrores que ocurrieron no quiere que se repitan", recalcó.

Paralelismos entre los romanos y EEUU

Él siempre tuvo claro el paralelismo entre la era de los romanos y su país -argumento central del filme-, ya que los propios Estados Unidos están basados en "la idea de República de los romanos". Al igual que ellos, expuso el realizador de 85 años, los padres fundadores estadounidenses no querían un rey y se inventaron una nueva forma de Gobierno.

En ese contexto, para Coppola, el papel de los artistas es "iluminar lo que está pasando" y permitir a la gente verlo. Y eso puede ser así incluso colaborando con personas que tienen ideologías opuestas, como es el caso del reconocido conservador Jon Voight, otro de los actores del elenco de Megalópolis.

La película es una fábula futurista sobre la visión utópica que el idolatrado arquitecto Caesar Catalina (Adam Driver) quiere para su ciudad -llamada Nueva Roma aunque es, en realidad, Nueva York-. El objetivo de Catalina es evitar el colapso social en un mundo en absoluta decadencia. Sin embargo, sus ideas colisionan con la postura más pragmática del político sin escrúpulos Franklyn Cicero, al que interpreta Giancarlo Esposito. 

Megalópolis, según ha contado el propio Coppola, siempre ha sido el proyecto de sus sueños. Más de 300 reescrituras de guion y 40 años después, el director siente que "ha hecho todas las películas" que quería hacer.