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Dolce vita espiritual: Huéspedes en el monasterio

En un puñado de abadías es posible convivir con los monjes y escuchar cantos gregorianos

MIGUEL NOVA

El gregoriano se interpreta, según decía San Pablo, 'cantando a Dios con el corazón'. Sin embargo, la fe no es requisito fundamental para escucharlo en su escenario natural, la liturgia.

En España, muchos monasterios ofrecen la posibilidad de vivir en directo esta oración cantada en latín y a capella. Allí, con la acústica de piedra que evoca su pasado medieval, es difícil escapar de la emoción y del misticismo. Y quienes buscan una experiencia de recogimiento y paz más intensa, también pueden hospedarse y convivir con los monjes y las monjas que lo interpretan.

El Monasterio de Santo Domingo de Silos, en Burgos, es el más famoso gracias a un fenómeno musical milagroso que ocurrió a mediados de los noventa, cuando estos benedictinos se convirtieron en número uno de superventas en EEUU. Esa tradición se puede escuchar a diario en todos los oficios religiosos. Son unos 30 monjes, que ofrecen hospedería masculina, los que devuelven a sus orígenes la música cristiana, conocida durante la Edad Media como canto llano. Sin salir de Burgos, en Palacios de Benaver, las monjas benedictinas del Monasterio de San Salvador, con hospedería mixta, interpretan un gregoriano en castellano. Aunque cada año los repertorios son menores debido a su edad, aún se las puede escuchar en Vísperas.

Las monjas benedictinas de San Salvador (Burgos) interpretan cada año un repertorio menor debido a su edad

Las voces femeninas son más escasas y desconocidas, pero existen joyas como el coro de las monjas de clausura del Monasterio de San Pelayo, en Oviedo, que ha editado varios CD. No es fácil asistir a un repertorio, porque sólo cantan en fiestas y solemnidades. La hospedería mixta está reservada a creyentes que buscan retiro. Y la visita al monasterio también está restringida. Sí se puede visitar, en cambio, el Monasterio de Santa María de Gradefes, en León, donde es posible aunque difícil alojarse en una de las cuatro habitaciones mixtas que ofrecen las monjas.

Un lugar mágico para escuchar gregoriano es la Abadía de Montserrat, en Barcelona. Sus cantos diarios en Vísperas a las 18:45 poseen un lirismo tan bello como el paisaje donde resuenan.

En San Salvador de Leyre, en Navarra, sólo pueden alojarse varones. Los monjes cantan en Laudes, Misa y Vísperas a las 7:30, las 9, las 12 y las 19, y en las Vigilias, las Horas Menores, las Completas ya que 'nada debe preferirse a la oración', según sus reglas. Y como 'el que canta ora dos veces', que diría San Agustín, es raro el momento en el que no entonan sus rezos.

En la Abadía de Santa Cruz del Valle de los Caídos (Madrid) los monjes, alternando con los 50 niños de su escolanía, cantan a diario en los oficios. Hay hospedería para varones y otra mixta. También en la Comunidad de Madrid, en el Monasterio de El Paular, se puede escuchar gregoriano todos los domingos en la misa de las doce y alojarse sólo los hombres en alguna de sus diez habitaciones. En la capital, la misa de doce de los domingos en la Iglesia de Montserrat es cantada. Una oportunidad para encontrar la paz en el bullicioso centro de Madrid.

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