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David Trueba: “Solo hay una cosa peor que el fracaso, el éxito”

‘¿Qué fue de Jorge Sanz?’ regresa esta noche con un episodio especial que arranca con su protagonista dejando atrás el fracaso y volviendo a estar en la cresta. David Trueba, co-creador, guionista y director, avisa a los jóvenes del gremio de que los dos mayores engaños que se comenten cuando se alcanza el éxito son “creer que te lo mereces y que es duradero”.

Jorge Sanz junto a David Trueba

maría josé arias

¿Qué fue de Jorge Sanz? tiene una nueva respuesta a esa pregunta. Este sábado Movistar Series emite, a partir de las 22:00 horas, un octavo episodio en el que su protagonista ya no es el que el era.

Mantiene esa cierta esencia de donjuán algo gañán, un poco machista y que no se llevará el premio al padre del año, pero ha dejado el fracaso atrás. No firmó aquella serie del superhéroe y aún así vuelve a estar en la cima del éxito haciendo las maletas para marcharse a Budapest a rodar La reina de España.

De eso, del éxito y de cómo ha sido rodar en Hungría hablaron Jorge Sanz, David Trueba y Eduardo Antuña en la jornada previa al estreno con los medios en Madrid.La de David Trueba, guionista y director, y Jorge Sanz no es una serie al uso. Primero fue una temporada de seis capítulos de alrededor de media hora de duración en 2010.

Luego llegó, en 2016, el especial ¿Qué fue de Jorge Sanz? 5 años después. Y ahora estrenan un octavo de hora y media que marca ciertas diferencias con los anteriores sin perder la conexión con esas señas de identidad que la hacen una ficción televisiva distinta. “Lo hemos hablado, pero quizás el dejar el paso del tiempo convive mejor con una idea de episodio especial, que se junten y se unan de una forma natural”, argumenta Trueba al ser preguntado sobre la posibilidad de volver al formato temporada.

La idea de este regreso surgió en un descanso de la novela que Trueba estaba escribiendo. “Estaba ahí como en un parón del libro, ya lo tenía acabado pero quería corregir cosas, y un día vi a Jorge y de pronto dije: ‘Se me ha ocurrido un episodio con esto de Hungría ya que vais a rodar allí La reina de España. Pero no, no lo voy a hacer porque es un lío, se me ha ocurrido una idea demasiado grande, demasiado ambiciosa. Bueno, lo típico, les reúno un día, se lo cuento y todos ‘hay que hacerlo, hay que hacerlo…’ Me pongo, lo escribo…”. Así fue, más o menos el proceso creativo según su propio autor. Y con el guion cerrado y los habituales Jorge Sanz y su escudero Amadeo (Eduardo Antuña) en el barco hicieron las maletas para rodar en Budapest.

Ese es uno de los grandes cambios de este nuevo episodio, que sale de España persiguiendo el éxito de su estrella y que aprovecha la coyuntura social y política del momento para reflejarla en la serie. La crisis de los refugiados, por ejemplo, queda integrada como una parte importante de la trama.

¿Por qué atreverse con un tema así en una serie que es, principalmente, comedia? “Las series en general no son muy realistas, tienen una cierta tendencia a ser de género o a tratar el pasado, pero de un pasado un poco inventado para la serie. Y a mí me gusta que se cuele la realidad del momento”, explica Trueba.

Según palabras del propio director, ahora mismo para la gente del cine Hungría es un sitio con unos estudios de calidad a los que ir a rodar, pero hay algo muy arraigado en esta profesión que es que “vas por los sitios y no te enteras de lo que pasa”.

Así que a Trueba le pareció una buena idea, por contraste, incluir este tema de actualidad en este octavo capítulo, que en esta ocasión rompe “con lo de antes. Ya no es Jorge en problemas, sin trabajo. Arrancamos con Jorge lleno de trabajo, de éxito. Le han hecho la estatua en el museo de cera, hace un anuncio de café… Le va todo bien. Va a Hungría, refugiados, ‘venga tío no me j****, que les den, a mí no me importa esto yo soy un tío de éxito’. Con esos elementos comienzas a hacer la mezcla en el papel y sale. Por eso, digamos, se infiltra la realidad”.

“La fina línea entre el éxito y el fracaso”

Actualidad social y localizaciones al margen, ¿Qué fue de Jorge Sanz? sigue tratando sobre lo mismo, sobre el éxito y el fracaso y sobre la relación de amistad y necesidad de Jorge y Amadeo, que ha dejado de ser el representante del protagonista ahora que vuelve a estar arriba.

“Siempre hemos pensado en el giro que da este capítulo, en el que me va bien todo y tengo éxito. El éxito es algo que cambia mucho a la gente. Creo que se ve mucho la personalidad de la gente cuando tiene éxito y empiezan a ponerle un micro delante. Se ve cómo le cambia la vida y la personalidad”, apunta Jorge Sanz, quien incide en la diferencia entre la imagen pública y la privada.

“La gente ve una cara tuya que es la que tienes cuando vas a la alfombra roja. Te pones un traje y estas estupendo, pero luego vas a casa, te quitas el traje, se te fastidia el desagüe y te tienes que meter hasta arriba”, dice.

En los siete capítulos anteriores el protagonista era un fracasado, una sombra de la estrella que fue antaño y a la que no paran de recordarle aquellos momentos de éxito mientras él intenta sobrevivir sin perder la dignidad. Sobre este asunto tienen mucho que decir los tres artífices de esta historia.

En especial, Trueba quien, aunque avisa de que no lo tomemos muy en serio, en alguna ocasión “a la gente joven de la profesión, que empieza, les digo una cosa, que es: ‘Mira, en mi experiencia profesional te diré que solo hay una cosa peor que el fracaso, que es el éxito. Así que ten cuidado. A veces una persona tiene éxito y el primer engaño es creer que te lo mereces. El segundo, creer que es duradero. Es muy difícil en el momento en que estas teniendo éxito recordar a los de alrededor que lo han tenido antes que tú y dónde están”.

Para Sanz, “el verdadero éxito es la permanencia. Esto lo explicaba muy bien Serrat. El éxito es circular, tu puedes estar arriba pero en cuanto estás arriba empiezas a bajar. Es automático. Lo que no hay que hacer es ir detrás. Tú lo que tienes que hacer es dedicarte a lo tuyo, hacerlo con mimo, con cariño y entonces llega un momento que tocas fondo, que es algo muy nutritivo. Y si haces lo que ha gustado con mimo y cariño vuelves y otra vez vuelves a bajar”. A lo que su escudero en la ficción añade, que esta profesión, la de actor, “es un maratón, una carrera de fondo, hasta que te mueres”.

En ¿Qué fue de Jorge Sanz? se juega mucho con “esa fina línea entre el éxito y el fracaso que a veces hace que en el fracaso no solo no pierdas la dignidad, si no que la refuerces, que te apoyes más en la gente que está de verdad a tu lado y cómo otras veces es el éxito lo que te transforma en un personaje indigno” argumenta Trueba. “La pregunta es, si Don Quijote hubiese ganado sus combates y se hubiese convertido en el caballero andante del moda del momento, ¿habría despedido a Sancho Panza?”, se cuestiona el director.

La importancia de los personajes

El éxito y el fracaso son dos personajes tan importantes en esta serie como lo son Jorge Sanz y Amadeo. Los cuatro conviven unas veces con más armonía que otras y dan forma a una ficción que retrata, a modo de sátira y como mucho sentido del humor, asuntos realmente complejos.

Aquí, además de la figura del actor como protagonista, es de suma importancia la del representante, que es quién realmente sabe cómo funciona la industria y cómo se cocinan las cosas.

“En general, en toda ficción, en toda narración, la gente está obsesionada con las tramas, con lo que pasa, pero más importante que lo que sucede son los personajes. La potencia de los personajes creo que es lo que hace grande a una novela o a una serie. No tanto que la trama esté bien urdida, que también. Al final, si uno se pone a pensar porqué han quedado unas series concretas… ¿Es la trama de Los soprano, de The Wire o de Mad Men mejor que la trama de las últimas series que no tienen ni el éxito ni la calidad de esas? No, lo que era incuestionable es que había personajes ahí con mucha potencia. Para mí esta serie, más allá de lo que suceda en cada episodio, son los personajes centrales más todos los accesorios en cada episodio”, resume Trueba.

Comparada con Larry Davis en muchas ocasiones, el ganador de dos Goya como director y guionista por Vivir es fácil con los ojos cerrados, reconoce que su referente formal es más Ken Loach, porque “rueda de una forma bastante portátil, con equipos pequeños. Los actores tienen el texto pero les permite improvisar y les va diciendo cosas.

También saca de su vida personal cosas, rueda en las calles, no monta decorados, ni pinta las casas de la gente de verde, sino que prefiere rodar donde vive la gente real. Es curioso porque con el tiempo este casi es el episodio más ‘kenloachiano’ de todos. Además, cuando ves películas de Loach, también hay humor”, concluye.

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