A dos semanas de las elecciones generales, el Ministerio de Cultura ha cerrado con las principales asociaciones profesionales de las artes visuales un plan estratégico para 'consolidar y salvaguardar los recursos públicos existentes'. 'La situación crítica por la que atraviesa [el sector] es una oportunidad para identificar el papel activo del arte en el desarrollo de la sociedad', se lee en el documento al que ha tenido acceso Público. Las negociaciones, como adelantó este periódico, arrancaron el pasado marzo con la intención de crear un marco inédito en España para apoyar al arte contemporáneo, en medio de los recortes presupuestarios.

La iniciativa de Ángeles Albert, directora general de Bellas Artes y Bienes Culturales, con quien este periódico no pudo contactar ayer, pretendía en sus orígenes convertirse en un pacto de Estado por la cultura. El documento que acaba de firmarse quería consensuarse, además de con el sector, con las comunidades autónomas (a las que están transferidas casi todas las competencias en materia cultural). La ministra Ángeles González-Sinde tenía la intención de llevarlo el pasado junio ante el Consejo de Ministros y luego al Senado. Demasiado tarde.

La iniciativa pretendía ser un pacto de Estado por la cultura

¿Ahora qué? Ni siquiera puede tener carácter oficial debido al periodo de campaña electoral. Es decir, papel mojado. El plan estratégico se ha quedado en un manifiesto. El equipo que entre tras el 20-N tendrá que estudiar qué hacer con todas estas reivindicaciones del sector, sin solucionar desde hace 20 años, y con un trabajo desarrollado a favor de 'un crecimiento del sector inteligente, sostenible e integrador basado en una mejor distribución de los recursos'.

Junto a su valor testimonial hay que destacar ideas como la creación de un Centro Nacional de Recursos para las Artes, una entidad que proporcionará los recursos 'para la formación, producción e investigación y cuyo objetivo final sea el enriquecimiento, fomento e impulso de la creatividad contemporánea'. Un centro inédito en España, que se convertiría, de salir adelante, en un espacio para la experimentación y la investigación de los agentes del arte.

El plan aclara que Hacienda debe supervisar 'todas las acciones'

El plan, compuesto por siete líneas estratégicas, incide en el papel de los creadores y en la mejora de su situación sociolaboral. Apunta sus propuestas a la verificación de otros ministerios, como el de Ciencia e Innovación, Exteriores, Trabajo e Inmigración y Educación. Y, por supuesto, Economía y Hacienda.

En el mismo documento se aclara que 'todas las acciones' de impulso y desarrollo deberán hacerse con la supervisión de este último gabinete. Señala la aplicación del IVA cultural reducido y unitario (8%); la supresión de la tasa de exportación y de los avales que gravan la impor-tación de exposiciones; mejorar la situación tributaria de los creadores; fomentar el coleccionismo público; el coleccionismo privado, con un aumento del tipo de deducción hasta del 30% y de hasta el 40% en el impuesto sobre sociedades; tomar medidas de apoyo a galeristas y marchantes; y, por supuesto, la reforma de la Ley de mecenazgo, ampliando los incentivos fiscales para las operaciones de patrocinio cultural.