El cineasta Pedro Almodóvar ha pedido disculpas este miércoles 'a las  personas que hayan podido sentirse ofendidas' por sus declaraciones al intentar criticar el sistema de las tarjetas 'black' de Caja Madrid y ha querido aclarar la intención real de sus palabras. Además, asegura que siente 'admiración por el pueblo gallego'.

Este martes, durante una entrevista en el programa Hoy por hoy de la cadena SER, Almódovar aseguró que 'si yo hubiera sido un hombre analfabeto, gallego, que me hubieran hecho firmar (en relación a la estafa de las preferentes) con el dedo porque no sé escribir y me entero del asunto de las tarjetas opacas, de verdad, me voy y espero al señor Blesa o al señor Rato y le corto el gañote'.

Ante el revuelo provocado por referirse de tal manera a los gallegos, el director de cine ha emitido un comunicado en el que pide disculpas 'si he podido ofender a alguien'. 'Nada más lejos de mi voluntad, tal vez me expresé torpemente', lamenta. El cineasta, por tanto, ha querido dejar clara la intención real de sus palabras sobre los preferentistas: 'En primer lugar quería mostrar mi solidaridad con las personas que han sido engañadas por las entidades bancarias en las que confiaban, vendiéndoles productos financieros que han demostrado ser fraudulentos'.

Y reitera que lo que quería manifestar durante la entrevista era su 'indignación con los directivos de estas entidades que han estado disfrutando en los últimos años de créditos ilimitados y opacos para sufragar gastos tan personales como su asistencia a club nocturnos, viajes de placer, y todo tipo de lujos'.

Almodóvar asegura que sus palabras, 'dichas en un contexto en que hablábamos de esos momentos de furia incontenible a los que la realidad nos tiene ya acostumbrados', hacía referencia 'al estupor y la indignación' que sintió cuando leyó 'en la prensa que algunos preferentistas, en diversas partes de España, habían firmado sus contratos con una cruz o imprimiendo su huella digital, evidenciando su absoluta falta de conocimiento de lo que firmaban y su total confianza en las personas que le ofrecían estos productos'.

El oscarizado director termina asegurando que no es una persona 'violenta' y expresando 'su admiración por la cultura, el paisaje, la gastronomía y el pueblo gallego'.