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Alberto Rodríguez: "Las cosas que ocurren en 'La Peste' lo hacen con mucha crudeza, pero es que eran así"

El director de ‘La isla mínima’ y ‘El hombre de las mil caras’ presentó ayer en Sevilla la ambiciosa producción de Movistar+, que cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros y que se estrenará en diciembre. En el reparto de la serie destaca el nombre de Paco León, aunque el peso de la historia no recaerá sobre él.

El equipo de 'La peste' durante la presentación de la serie ayer en Sevilla. /MOVISTAR +

De la fascinación por poder pasear por la Sevilla del siglo XVI nació La Peste. Una serie dirigida por Alberto Rodríguez y escrita por Rafael Cobos que podrá verse a finales de año en Movistar+ y cuyo inicio de rodaje fue presentado ayer en Sevilla a los medios con la presencia de parte de un reparto protagonista en el que priman las caras desconocidas de manera intencionada. Descrita por su director como “un thriller” con suspense y misterio, Pablo Molinero y Sergio Castellanos protagonizan la serie junto con nombres como Manolo Solo y Paco León. Seis episodios de cincuenta minutos componen la primera temporada de una ficción que cuenta con un presupuesto de 10 millones de euros.

“Mateo es un proscrito por la Inquisición que tiene que volver a la ciudad para rescatar a un niño por mandato de un amigo. Antes de poder escapar la Inquisición le hace preso y le encarga coger a un asesino en serie”. Así resume, en pocas palabras, el argumento de la serie Alberto Rodríguez, que esta vez no ha podido participar en los guiones más allá de supervisarlos porque se encontraba inmerso en El hombre de las mil caras durante el proceso de escritura.

Mateo (Pablo Molinero) es un exmilitar encargado de encontrar a Valerio (Sergio Castellanos), el hijo bastardo de un amigo al que acude a rescatar en Sevilla. El primero, en palabras del actor que lo interpreta, es un hombre que “cree más en la capacidad de pensar del hombre que en la fe”. El segundo, según Castellanos, un chaval que se busca “la vida como puede”. Ambos son protagonistas principales de una serie que apostó por un reparto menos conocido pero en el que se han colado rostros tan populares como el de Manolo Solo y Paco León, presentes también en la puesta en marcha de la serie. Solo, habitual en los trabajos de Alberto Rodríguez, da vida al Inquisidor General y es quien encarga a Mateo la misión de “investigar una serie de asesinatos de prohombres de la ciudad”. Por su parte, León cambia radicalmente de registro y se meterá en la piel de Zúñiga, un hombre “rico, con muchas caras”.

Al final y aunque “la serie no deja de ser un thriller”, su director reconoce que lo que más han trabajado han sido los personajes y que, aunque “la trama pesa mucho, no deja de ser una serie coral” en la que el peso de la historia recaerá sobre Mateo y Valerio, que harán equipo para desentrañar una serie de crímenes.

La Peste es un thriller, con personajes de ficción, pero con una ambientación muy real, basada en un periodo concreto aunque se hayan tomado alguna que otra licencia

La Peste es un thriller, con personajes de ficción, pero con una ambientación muy real, basada en un periodo concreto aunque se hayan tomado alguna que otra licencia. “Fundamentalmente la vocación de la serie, veremos que sale luego, es la de ser realista, pero en algún momento determinado sí que hemos optado por una ‘cara b’ de los acontecimientos porque no había forma de hilar algunas cosas. Pero creo que sobre todo tiene esa cualidad de ser muy realista, que las cosas que ocurren lo hacen con mucha crudeza, pero es que eran así ”, explica Alberto Rodríguez. Como reconocía Cobos en la rueda de prensa, “hemos falseado un poco la historia”.

Cómo era la Sevilla del siglo XVI

La otra protagonista indiscutible de La Peste es Sevilla, la Sevilla del siglo XVI, “cuando este era el epicentro económico de Europa” y aquí era “todo orden y todo caos”. Una ciudad que se convertirá en centro neurálgico del rodaje que comenzará en tres semanas, pero para la que han tenido que buscar sustituta en muchas escenas. “La Sevilla actual tiene muy poco de renacentista y mucho de barroca”, explica José Antonio Félez, director de Atípica Films. Razón por la que han tenido que elegir otras localizaciones para rodar y, en algunos casos, recurrir a los efectos digitales. En total, 130 localizaciones distintas durante 18 semanas que han obligado a rodar como si tratase de una película y no una serie de seis capítulos, “porque por la fragmentación de escenarios no se puede hacer por episodios”.

La otra protagonista indiscutible de La Peste es Sevilla, la Sevilla del siglo XVI, “cuando este era el epicentro económico de Europa”

Finalizada la rueda de prensa, Alberto Rodríguez, Manolo Solo y Patricia López (Teresa, en la ficción), departieron con un grupo de periodistas sobre cómo era esa Sevilla del siglo XVI que tanto fascina al director de La isla mínima. “Tenía una idea vaga de lo que era la ciudad entonces y cuando te enfrentas a la documentación te quedas completamente alucinado de la cantidad de errores que tenías y de que la historia es mucho más rica de lo que parece en principio. Era una ciudad fascinante”, reconoce Rodríguez.

Y dentro de esa fascinación los tres contaron anécdotas y datos históricos que les han llamado la atención en el proceso de preparación de la serie como el hecho de que un 15% de la población de Sevilla era negra; que los niños eran básicamente los que movían la cuidad; la situación de la mujer y que Sevilla era la puerta a un continente que no se conocía por completo. Solo hizo hincapié en el hecho de que la ciudad se vio un poco desbordada por toda la riqueza que llegaba y la dificultad para gestionarlo.

“La caridad con las mujeres que estaban en la calle o que eran prostitutas era darles una dote, para que pudieran casarse o entrar a un monasterio"

Por su parte, Patricia López, que interpreta a Teresa, una viuda, decía de su personaje que es el vehículo para retratar el papel de la mujer en una época donde el hombre dominaba las instituciones y la sociedad. Ella pone un ejemplo muy claro que resume esta situación de desigualdad y sometimiento: “La caridad con las mujeres que estaban en la calle o que eran prostitutas era darles una dote, para que pudieran casarse o entrar a un monasterio. La caridad no era ayudar a una mujer a salir de allí, era ayudar a una mujer a estar bajo la autoridad de un hombre”.

Mucho trabajo de documentación el que lleva detrás La Peste, que cuenta con un equipo de 200 personas, 100 actores y 250 secuencias y un plazo de entrega que finaliza el 10 de diciembre. Esa fecha está marcada en rojo en el calendario del equipo, es el día en el que todo el material ha de estar entregado para su emisión a final de año. Lo apretado del calendario hace que el plan de producción sea vertiginoso. Rodarán, montarán y se irán añadiendo los efectos, música y demás sobre la marcha, al mismo tiempo.

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