Van en fila, tocándose con las espinas, quizás huyendo de una súbita tormenta o en una migración con fines reproductivos. Son trilobites fósiles, adultos y de una misma especie, congelados en el tiempo por una muerte repentina hace 480 millones de años en las actuales arenas del desierto del Sahara.

Para los científicos que las estudian ahora, las filas de trilobites extintos son algo más que una instantánea curiosa de la antigüedad. Indican que el comportamiento colectivo y social complejo que se observa ahora en muchos animales, por ejemplo en las orugas de la procesionaria de los pinos o en las migraciones de ejemplares juveniles de langostas del desierto, ya existía en aquellos antiquísimos artrópodos marinos y ciegos con un caparazón de tres lóbulos (de ahí su nombre). O sea, que es mucho más antiguo de lo que se creía.

La descripción y análisis de varias filas de la especie Ampyx priscus la hace un equipo dirigido por Jean Vannier que presenta su investigación en Scientific Reports. Estos ejemplares de una de las muchas especies de los animales más comunes en aquella época medían entre 1,6 y 2,2 centímetros. Los investigadores aducen, con pruebas, que su orientación en la misma dirección y sentido de la marcha no puede ser consecuencia del arrastre o acumulación por corrientes de agua o barro sino de un comportamiento colectivo.

Creen los científicos franceses y marroquíes que los trilobites estaban migrando en grupos por el fondo del mar cuando fueron sepultados, y que utilizaban sus largas antenas para mantenerse en contacto físico, gobernado quizás por una comunicación química, a través de feromonas. La mayor fila hallada contiene 22 individuos. "Este comportamiento grupal puede ser una respuesta a cambios medioambientales estresantes debido a tormentas periódicas (de las que hay constancia geológica en los sedimentos del mismo lugar en que se encuentran los fósiles) o se asociaba a la reproducción", señalan los investigadores.

El riquísimo yacimiento de Fezouata, en el sur de Marruecos, de donde proceden los fósiles, es un tesoro paleontológico que además ha dado lugar a toda una industria de objetos para la venta, como tableros de mesa con trilobites. La excelente conservación de los numerosos animales de hace 480 millones de años se debe a una larga lista de factores climáticos y geológicos, que lo hacen comparable únicamente, para aquella época, con el yacimiento de Chengjiang en China.

Lo curioso es que no existen ejemplos de comportamiento colectivo antes de la explosión del Cámbrico, cuando surgieron la mayoría de los animales, hace 541 millones de años. Y pocos millones de años después, al parecer ya se había desarrollado. Vannier lo achaca a que las formas de vida precámbricas no disponían de un sistema nervioso complejo.

Unos crustáceos que también migran en filas (estas mucho más largas) son el equivalente actual más parecido a los trilobites estudiados ahora. Estas langostas avanzan manteniendo el contacto entre la cola de una y las antenas y patas anteriores de la siguiente.

Del origen y la primera época de la interacción y coordinación entre individuos que ha dado lugar a una gran variedad de comportamientos colectivos, como los cardúmenes en los peces o las migraciones en los pájaros, se conoce muy poco. Se sabe que evolucionó a través de la selección natural a lo largo de millones de años y que se basa en tipos de comunicación muy variados, que incluyen el tacto y la atracción química, e igualmente en neurotransmisores como la serotonina. Ahora también se cree saber que es un comportamiento antiquísimo.