Se calcula que 8,8 millones de españoles juegan con videojuegos con regularidad, una cifra que ha convertido a España en el cuarto país europeo en consumo de entretenimiento interactivo. Pero las cifras de ventas y las de inversión no van de la mano ya que, de los 5.000 trabajadores que emplea este sector en España, sólo un 7% se dedica al desarrollo.
Estos datos pueden empezar a cambiar. Ayer, la mayor compañía del mundo en este campo, la estadounidense Electronic Arts, inauguró en Madrid un centro de desarrollo de videojuegos en el que trabajan 420 personas procedentes de más de 15 países. Aunque no hay planes para crear títulos a partir de cero, con este centro se doblará la escasa cifra de personal que participa en el proceso de creación de los títulos en España que, aun así, no llegará a las 1.000 personas. EA espera que desde Madrid se lancen en torno al millar de juegos al año, teniendo en cuenta las adaptaciones para las distintas plataformas.
La romántica idea de un pequeño grupo de desarrolladores trabajando en un único proyecto de principio a fin sólo se aplica, en realidad, a los creados por estudios independientes o a aquellos que requieren de una mínima inversión.
En los desarrollos de multinacionales resulta imposible establecer dónde se ha creado un videojuego, ya que en sus lanzamientos intervienen personas de todo el mundo que trabajan simultáneamente en un servidor común. De hecho, es más que probable que los desarrolladores no vean la totalidad del trabajo hasta que está casi finalizado. Trabajar de forma conjunta en un único centro implica que los diferentes equipos adquieren una visión global del proyecto.
Desarrollo de los juegos
Las labores de localización, control de calidad y certificación que se llevarán a cabo en Madrid se materializan, por ejemplo, en la adaptación local de los juegos. En Alemania está prohibida la exhibición de símbolos nazis, un hecho de especial importancia en los juegos ambientados en la Segunda Guerra Mundial.
Los encargados del control de calidad se aseguran de que el juego incluya todos los elementos en el resto de los países, así como de sustituirlos y eliminarlos en Alemania. A la vez, se desarrollan los apartados (los campos locales, en el caso de juegos deportivos) que van a ser del agrado de los jugadores en cada país.
Se trata de crear o adaptar las áreas con las que los usuarios interactúan, grabar el audio y compilar el juego. En el departamento de ingeniería adaptarán el juego a las distintas plataformas en las que se va a comercializar.
Después, durante el proceso de control se probará si el título resulta real para el jugador, ya sea con los diseños locales adaptados o mediante las voces incluidas. También se controlará que resulte divertido y que tenga un nivel de dificultad progresivo y adecuado. Por último, en el área de certificación se testea de forma masiva cada título para que responda a los niveles de calidad establecidos.
EN TRES MINUTOS
Jaime Giné - vicepresidente de Desarrollo EA
“Arrastramos un retraso en videojuegos”
1. ¿Por qué se eligió Madrid?
Se barajaban 28 ciudades europeas como sede de este proyecto. Madrid fue seleccionada por sus comunicaciones, porque se trataba de un destino atractivo para los trabajadores foráneos y porque, además, aquí ya hay mucho talento. Es fundamentalmente un centro de desarrollo, no de investigación. Lo que tiene impacto en la economía es el desarrollo. La investigación la llevan a cabo sólo unos pocos genios.
2. ¿Existe algún centro similar en Europa?
No, hay un centro parecido en Singapur, pero es una apuesta mucho más pequeña.
3. ¿Por qué se invierte poco en videojuegos en España?
Arrastramos un retraso histórico en el desarrollo de videojuegos. Tiene que ver en parte con la crisis que se produjo en los años ochenta. Los inversores locales perdieron confianza en el sector y, mientras en buena parte de los países se han percatado de que el entretenimiento interactivo es el futuro, en España no se ha apostado por este sector como merece.
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