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"No defiendo el escepticismo de Aznar"

El diputado del PP por Castellón presenta 'La revolución imparable', un libro en el que se desmarca de algunas ideas de su propio partido 

 

MANUEL ANSEDE

Le llaman el Apóstol español de Al Gore, aunque no conoce al ex vicepresidente de EEUU. Sin embargo, Juan Costa (Castellón, 1965), diputado del PP y ex ministro de Ciencia y Tecnología con José María Aznar, sí conoce a George W. Bush. En su libro La revolución imparable (editorial Espasa), Costa recuerda una reunión de la comitiva de Aznar con Bush en uno de los balcones de la fachada principal de la Casa Blanca. Cuando acabó de hablar con su interlocutor, el entonces presidente de EEUU lanzó su puro al jardín. 'It's good for the plants. Es bueno para las plantas', dijo con su acento texano. Hoy, Costa está enfrascado en la presentación de su libro y en el seguimiento del caso Gürtel, en el que su hermano Ricardo, mano derecha del presidente valenciano Francisco Camps, está a un paso del banquillo de los acusados. En su libro, el diputado conservador propone un plan utópico: una revolución que elimine la destrucción de la naturaleza y el hambre en el mundo. Su receta es pretenciosa, ya que incluye un gobierno mundial, más energía nuclear y el reconocimiento de la deuda ecológica a los países pobres. El presidente del PP, Mariano Rajoy, presentó el libro en Barcelona. Costa, coordinador del programa electoral con el que el PP perdió las elecciones en 2008, no sabe si se lo ha leído.

'Un líder político es un irresponsable si no considera el cambio climático una amenaza'

Su libro es muy pronuclear.

No es tan pronuclear, habla de muchas cosas. Yo propongo que la mayor parte de la energía de España, el 80%, sea renovable o nuclear, porque es la manera de garantizar una independencia energética y sentar las bases de una economía pospetróleo.

Sin embargo, el programa electoral del PP de 2008, que usted coordinó, era ambiguo.

El programa electoral refleja la posición de gobierno del PP, no sólo mi visión. Si no recuerdo mal, el programa proponía mantener los actuales emplazamientos nucleares.

A lo largo de su vida útil, pero no proponía construir más centrales.

Si la pregunta es qué pienso yo, creo que, desde luego, es necesario aumentar el número de centrales nucleares, porque es la única alternativa a las emisiones de CO2.

¿No le dejaron proponer la construcción de más centrales en el programa electoral o es que el PP no se lo plantea?

Yo planteé lo que creo que era una posición general de consenso para un programa de gobierno a corto plazo, en el que también se planteaba la necesidad de hablar de energía con la oposición. Esto es una decisión política de un país, no de un partido.

¿Qué más no le dejaron poner?

Yo no he dicho que no me dejaran.

¿Entonces, qué más hubiese añadido?

El programa electoral recogía la necesidad de plantear una ley de lucha contra el cambio climático y de crear una comisión de trabajo para plantear una reforma fiscal que incorporara una mayor protección del capital ecológico del planeta. Creo que hay bastantes cuestiones que coinciden con algunos de los principios que yo manejo en el libro. Si la pregunta es si me sentí censurado a la hora de hacer el programa del PP, la respuesta es no.

'Me gustaría que el Partido Popular fuera más explícito sobre la energía nuclear'

Pero ¿qué añadiría hoy?

Incorporaría la construcción de más centrales nucleares y la necesidad de cambiar nuestro sistema de tributos. Yo propongo que no paguen impuestos los asalariados y que paguen los más contaminantes. Si dos empresas ganan lo mismo pero una es mucho más respetuosa con el medio ambiente, que pague menos.

El PP no ha salido del armario en el tema nuclear. Por ejemplo, De Cospedal no quiere el almacén de residuos en Castilla-La Mancha.

Bueno, yo creo que lo importante es que las direcciones de los partidos tengan un criterio claro. A mí me gustaría que mi partido fuera más explícito, pero yo no soy el que tiene que tomar una decisión.

Con el almacén se ha montado mucha polémica y los políticos han sembrado dudas sobre la seguridad de las nucleares. Los ciudadanos dicen: si De Cospedal y Montilla no lo quieren, será que es peligroso.

La manera de empezar en esto es con un diálogo político y científico serio, no con movimientos tácticos en los partidos. No se puede engañar a la gente. La sociedad tiene que conocer las ventajas y los inconvenientes de las diferentes energías. Tiene que saber que es imposible que se produzca otro Chernóbil, porque era una central que no tenía controles de seguridad. Era una fábrica de bombas. Yo vivo al lado de una central térmica y de una refinería, en Castellón, y entiendo que alguien prefiera no tener cerca de su casa una térmica, unos aerogeneradores o una nuclear. Pero no se puede manipular a las personas por razones partidistas.

¿Cree que Montilla, Barreda y De Cospedal han manipulado a la sociedad con el almacén?

No voy a prejuzgar las motivaciones de cada uno, pero creo que es importante decir la verdad a la gente. Tenemos un problema que se llama calentamiento global. Y otro que se llama dependencia energética. Tenemos que resolverlos, así que tomemos las decisiones hoy para que dentro de 15 años las cosas sean de otra forma.

'No me planteo ser ministro de Medio Ambiente con Mariano Rajoy'

Aznar criticó en la presentación del libro negacionista Planeta azul, no verde' que se destinaran recursos económicos al calentamiento en plena crisis. ¿Ha hablado con él de esto?

Bueno, yo eso no lo recuerdo. No digo que fuera así o no fuera así. Aunque no estuve en la presentación.

Yo sí estuve y sí lo dijo.

Bueno, no me voy a pronunciar sobre declaraciones concretas. A mí me parece imprescindible dedicar recursos a la lucha contra el calentamiento. Aznar me ha preguntado en un par de ocasiones y yo le he dado mi opinión. No recuerdo que me haya manifestado un desacuerdo.

Aznar también figuraba como cabeza de cartel en una gran cumbre de negacionistas del cambio climático en Nueva York. ¿Ha llegado el momento de que el PP deje de defender el escepticismo de Aznar?

Yo no defiendo a Aznar en su escepticismo. A mí su escepticismo, tal y como lo he visto en los medios de comunicación en ocasiones, no me consta. No digo nada más. Pero creo que un líder político que no considera el cambio climático una amenaza grave es que no es responsable.

Le recuerdo algunas posiciones del PP. El Grupo de Estudios Estratégicos, con algún diputado del PP dentro, habló del 'camelamiento global'. Rajoy puso en duda el calentamiento porque se lo había dicho su primo. Y la ex ministra de Medio Ambiente del PP, Elvira Rodríguez, habla del 'pretendido calentamiento'.

Yo puedo decir lo que dice el programa electoral del PP, que habla del cambio climático como uno de los retos a los que se enfrenta España y de la necesidad de construir una economía baja en emisiones de CO2. Quien no respalde esas posiciones y esos principios, sea quien sea, se aleja de las posiciones y los principios del PP.

Aunque sean el presidente de honor y el propio presidente.

Creo que Mariano Rajoy, cuando hizo aquellas declaraciones, se refería a que no se sabe cuáles serán las consecuencias del calentamiento. No pretendía mirar hacia otro lado.

¿Rajoy se ha leído su libro?

Me lo pidió porque tenía interés en leerlo. No sé si se lo ha leído.

¿Se ve como ministro de Medio Ambiente con Rajoy?

Voy a contestar con sinceridad: no me lo estoy planteando. No he hecho este libro pensando en un futuro político concreto.

Quizá hay una sensación en la sociedad de que sobran profetas y faltan políticos que actúen.

Es una percepción que se puede tener. Los políticos estamos siendo muy tibios en la lucha contra el hambre y el cambio climático.

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