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"Para Darwin, su teoría era como confesar un crimen"

Ruth Padel. Tataranieta de Darwin y escritora

NELA DOMÉNECH

Insaciable es la curiosidad que tiene Ruth Padel (Londres, 1946) por su tatarabuelo Charles Darwin. El pasado febrero, al cumplirse el bicentenario de su nacimiento, Ruth publicó Life in poems, una biografía poética basada en las cartas de su antepasado. Ha sido la primera mujer elegida Profesora de Poesía por la Universidad de Oxford, aunque dimitió por una polémica sobre su selección. Hoy se celebra el 150º aniversario de la publicación de El origen de las especies.

Darwin escribió El origen muy rápido porque Alfred Wallace había llegado a las mismas conclusiones. ¿La prisa le hizo cambiar de planes?

Durante siete años había trabajado con percebes e hizo una monografía premiada por la Real Sociedad de Ciencias. Planeaba una gran obra titulada Selección Natural y estaba a mitad de ella cuando recibió la carta de su colega Wallace anunciándole sus descubrimientos. El evolucionismo no era nuevo. La idea de selección natural, sí. Los dos habían llegado, de forma separada, a la misma conclusión. Darwin se dio prisa y en siete u ocho meses publicó el libro.

¿La sociedad victoriana se mofó de él?

Hubo caricaturas y chistes con monos. Él optó por retirarse hasta que pasase el vendaval, pero bromeaba en su correo.

¿Qué papel tenía la figura de Darwin en su familia?

Siempre estaba de fondo. Mi abuela materna Nora Darwin fue la primera de la familia en reunir documentos sobre su abuelo. En su casa oí hablar del tío de Charles, tan gordo que tuvieron que cortar un pedazo de mesa para que pudiese sentarse a comer. Mi abuela tenía libros de naturaleza que yo leía en su casa. Para mí, de pequeña, Darwin era un héroe.

¿Cuál es su visión del personaje?

Mi interpretación es que, al quedarse huérfano de madre a los ocho años, se hizo un niño solitario. Lo criaba su hermana mayor, una mandona. Daba largos paseos reuniendo plantas para su colección, necesitaba un cierto orden y control sobre su vida para suplir la ausencia de su madre.

¿Cómo era Darwin como hombre y esposo?

Sus dos abuelos encabezaron la campaña por la abolición de la esclavitud. Él era demócrata del Partido Liberal y apoyó la reforma de 1832 que ampliaba el censo electoral. Su matrimonio era una unión de iguales. Estaba muy enamorado de su prima Emma; el problema era Dios, porque ella creía en la visión cristiana de la vida eterna. Él no creía en el más allá. En algunos aspectos ella era más avanzada, hablaba italiano y francés y conocía el alemán. Leían mucho juntos.

¿De qué vivía Darwin?

Del dinero heredado de su padre. Los científicos entonces no tenían subvenciones. Él administró muy bien su herencia y tuvo suerte.

¿Dijo que sus hallazgos eran como confesar un asesinato?

Sí, tenía un sentido del humor muy agudo. Descubrió la selección natural en 1838, pero la escondió hasta 1844, cuando escribió a un colega de Kew Gardens y le dijo que lo que había descubierto era como confesar un asesinato.

¿Por qué cree que aún hay oposición al darwinismo?

El Papa ya no lo niega; el arzobispo de Canterbury dijo en 1860 que en lugar de creer que Dios ha hecho el mundo, es mejor que Dios haya hecho que el mundo se haga a sí mismo. Hasta el Corán lo acepta. Pero algunos no soportan que los humanos no sean el centro del mundo, que vengamos del mono. Es una cuestión emocional e irracional.

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