El mes pasado, investigadores de la universidad pública de La Rioja, Argentina, descubrían un importante yacimiento Arqueológico gracias a Google Earth (GE), la popular herramienta del buscador de Internet, disponible desde febrero de 2005. No es un hecho aislado. El uso con fines científicos de GE es cada vez más habitual en diferentes campos de investigación.
Según Clara Rivera, responsable de Marketing de Google en España, las aplicaciones científicas de GE son muchas, 'todas las que tengan algún componente de referencia cartográfica', desde estudios de biodiversidad hasta proyectos urbanísticos.
Desde la comodidad de un despacho se pueden descubrir barreras de coral en zonas remotas del litoral australiano, controlar on-line la actividad volcánica, incluso ver en tiempo real la actividad sísmica en el planeta o el estado de los glaciares. Todo esto es posible gracias a los archivos KML (Keyhole Markup Language), con los que se integran en una capa, por ejemplo, los datos de cada volcán, otorgando a cada uno un icono que lo sitúa e identifica en función de su actividad. Los archivos KML hacen posible que científicos de todo el mundo puedan disponer, en tiempo real, de infinidad de datos de su campo de investigación y otros relacionados, aportados por colegas o el resto de usuarios, que también pueden acceder a esa información.
'Existe una comunidad de Google Earth donde los científicos comparten su trabajo', señala Clara Rivera. Es el caso del Dr. Mark Mulligan, del departamento de Geografía del King´s College de Londres, que asegura en el foro de la comunidad que muchos científicos utilizan GE para publicar su información, lo que la hace más comprensible y accesible al público en general.
Google Earth se convierte así no sólo en un medio para investigar, sino también en una nueva manera de transmitir los avances científicos a la sociedad. 'Ha revolucionado la forma de ver muchos resultados, y es especialmente útil en transferencia de conocimiento', afirma Joaquín Tintoré, investigador del CSIC en el IMEDEA (Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados), que destaca además lo útil que es para el desarrollo de herramientas con base científica de apoyo a la toma de decisiones para frenar el cambio climático, por ejemplo.
Documentación y docencia
En España son muchas las instituciones y científicos que utilizan Google Earth, como el Instituto de Oceanografía Física, que está simulando vertidos de hidrocarburos en las costas gallegas. En la Universidad Complutense de Madrid se utiliza en investigación sobre Historia Contemporánea en la Facultad de Geografía e Historia, como documento cartográfico y territorial de referencia en la Facultad de Ciencias Geológicas, o para la docencia e investigación, como hace Mª Eugenia Pérez González, profesora titular de Geografía Física. 'En la asignatura de climatología necesito muchas veces localizar diferentes regiones del planeta, para lo cual esta página es muy adecuada.
Igual sucede con la investigación climática, en la que, en numerosos casos, necesito conocer los lugares sobre los que analizamos otras variables. Para mí son muy útiles también las herramientas para medir distancias, la escala, la altitud de la imagen y las numerosas conexiones que existen a Internet', asegura Pérez González.
De forma personal, investigadores, estudiantes y particulares le dan también un uso científico a Google Earth. Algunos alumnos de doctorado de la Universidad Autónoma de Madrid lo utilizan para delimitar el territorio sobre el que realizan sus estudios. Miguel de las Doblas, geólogo estructural y geodinámico del Museo Nacional de Ciencias Naturales, opina que GE es una herramienta 'extraordinaria' para los geólogos, pero también explica que todavía no se ha incorporado 'como tal en la cartografía geológica oficial en nuestro país'.
No obstante, él lo utiliza a menudo. 'Con GE he encontrado muchas fallas y pliegues espectaculares en España, en zonas donde ya existe una cartografía geológica reciente y de detalle y que no refleja su existencia', comenta, y añade que gracias al programa se están localizando posibles estructuras de impacto de meteoritos en muchos lugares de la Tierra, que posteriormente requerirán un estudio sobre el terreno.
Pinos y aire
Fuera de nuestro país hay otros muchos proyectos. Uno de ellos es el del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de California, que utiliza Google Earth en una investigación sobre los pinos de bristlecone, los seres vivos más antiguos de la tierra (se puede consultar el archivo KML en la página principal de Google Earth Solidario). Otro proyecto muy interesante es el de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos (EPA, Environmental Protection Agency en inglés) que utiliza Google Earth como un sistema de detección de la calidad la del aire. Mediante un archivo KML que sigue la pista de las fuentes de emisión, el programa ofrece un listado de empresas que arrojan a la atmósfera gases nocivos. También se recogen los historiales ecológicos de las mismas.
Con poco más de tres años de existencia, Google Earth se ha convertido en una nueva herramienta para la ciencia y, aunque es la más popular, no es la única. Según la opinión de la mayoría de investigadores y docentes consultados, su uso se extenderá todavía más y más por las muchas y amplias posibilidades que ofrece.
Google podría estar preparando un sistema de navegación similar a Google Earth pero para el mar. Según cuenta el sitio de noticias News.com , el futuro ‘Google Ocean' ya está en desarrollo, si bien en una fase muy temprana. La compañía ha reunido un grupo de expertos en oceanografía y, en diciembre pasado, invitó a investigadores y oceanógrafos de todo el mundo a Googleplex, la sede del buscador en Mountain View (EEUU), para idear sistemas que permitan la creación de un mapa del mar en 3D.
Como las versiones Earth y Sky, la Ocean permitirá navegar por debajo del mar, observar su batimetría (versión marina de la topografía) o detenerse en lugares concretos. Google no ha querido confirmar lo contado por News.com. La mayor extensión de la superficie marina y la escasez de material previo son los principales problemas con los que se enfrenta.
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