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Cerco al cáncer de pulmón en ratones

Un equipo del CNIO logra frenar la progresión del tumor

M. A.

Hasta hace pocos años, recibir un diagnóstico de cáncer de pulmón era equivalente a aceptar una sentencia de muerte. En el futuro puede dejar de serlo. La supervivencia global a los cinco años alcanza el 15%, y las perspectivas son prometedoras. Los expertos insisten en que vencer a estos cánceres es sencillo, eliminando los cigarrillos, pero el 31,5% de los españoles es incapaz de dejar de fumar o no lo desea. Así que la comunidad científica se ha volcado en mejorar el armamento de los médicos contra los tumores pulmonares.

Hasta ahora, los clínicos han tratado igual todos los cánceres, dando palos de ciego con la quimioterapia. Pero el futuro inmediato promete fármacos personalizados. La diferencia es casi la misma que existe entre un rifle de mira telescópica y una bomba nuclear.

Un grupo de científicos españoles acaba de anunciar un descubrimiento que supone otro pequeño paso en esta senda. Los investigadores, del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), han observado en ratones que la eliminación o la inhibición de una proteína específica, Cdk4, provoca la muerte de las células tumorales de pulmón que portan en su ADN un gen mutado, el K-Ras. El 25% de los adenocarcinomas de pulmón en humanos está causado por este gen. Y no hay daños colaterales. Apretando el botón de la Cdk4 sólo mueren las células enemigas.

Pese a las buenas noticias, publicadas en la revista Cancer Cell, los autores del estudio piden cautela. Estos resultados 'en ningún momento garantizan que estas observaciones puedan ser reproducidas en pacientes con adenocarcinoma de pulmón por muy sofisticados que sean los modelos murinos [los ratones transgénicos] en los que se han llevado a cabo estas investigaciones', ha explicado el director del Grupo de Oncología Experimental del CNIO, Mariano Barbacid, director del trabajo.

El bioquímico, además, ha advertido de que los tumores analizados en este estudio son menos agresivos que los que suelen presentar los pacientes humanos. 'Por lo tanto, es muy probable que para poder observar un efecto terapéutico con los inhibidores de Cdk4 en ensayos clínicos sea necesario combinarlos con otras terapias', añade Barbacid.

El fenómeno descubierto en esta pareja de proteína y gen se conoce como letalidad sintética. Ocurre cuando dos alteraciones que por sí solas son inofensivas para el organismo son letales cuando coinciden. Tras constatar esta conexión, los investigadores del CNIO probaron los efectos de un fármaco inhibidor de la proteína Cdk4 en ratones con adenocarcinoma y observaron 'un efecto antitumoral muy pronunciado, si bien no completo'.

Los resultados son menos prometedores cuando a un roedor se le administra un fármaco inhibidor que cuando directamente se manipulan sus genes para eliminar la Cdk4. Los científicos achacan estas diferencias a que la inhibición causada por el compuesto, de la farmacéutica Pfizer, no es total. Pero ya están en marcha nuevos ensayos clínicos para probar inhibidores más potentes.

En un comunicado, los investigadores del CNIO subrayan que es necesario destripar los mecanismos moleculares del cáncer, para después disparar con precisión al adversario, las células tumorales, sin salpicar a las sanas. En los últimos años, científicos de todo el mundo han descubierto que el 40% de las personas afectadas por un cáncer de pulmón presenta algún tipo de mutación genética, ya sea en K-Ras o en otros genes, como BRAF o EGFR.

Más de 250 oncólogos españoles, del Grupo Español de Cáncer de Pulmón, observaron en agosto del año pasado que el 16% de los 2.100 pacientes analizados presentaba una mutación en el gen EGFR. Y un fármaco especializado en silenciar este gen, el erlotinib, conseguía resultados 'espectaculares' en algunos casos.

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