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Las centrales térmicas crean nubes

El plomo atmosférico, procedente de la combustión del carbón, facilita la formación de nubarrones

MANUEL ANSEDE

Hace un año, científicos de la NASA hallaron un 'espeluznante' vínculo entre la contaminación humana y las precipitaciones. En el sureste de EEUU, los jueves llueve más que los domingos debido al efecto de las emisiones de la industria en los días laborables. Ahora, otro equipo estadounidense, del Laboratorio Nacional del Pacífico Noroeste, muestra una nueva señal del desbarajuste meteorológico ocasionado por el ser humano. Los investigadores han descubierto que las partículas de plomo emitidas por la industria, sobre todo por la combustión del carbón en las centrales térmicas, allanan la formación de cristales de hielo que, a su vez, impulsan la creación de nubes.Los resultados, publicados hoy en Nature Geoscience, sugieren que el plomo expulsado por las térmicas hace que las nubes se formen fácilmente, a temperaturas más altas y con menos vapor de agua.

Los autores del estudio capturaron aire de regiones montañosas de Colorado (EEUU) y Suiza y crearon nubes artificiales en su laboratorio, en una cámara del tamaño de un frigorífico. La mitad de los cristales de hielo que recolectaron de estos nubarrones sintéticos contenía partículas de plomo. A continuación, el equipo recogió un jirón de una nube real en un pico suizo. De nuevo, el núcleo del 50% de los cristales estaba estructurado por partículas de plomo.

Este trastorno favorece el enfriamiento frente al cambio climático

Para corroborar estos resultados, los autores pulverizaron partículas con y sin plomo en una cámara de mayor tamaño, como un edificio de tres plantas, y midieron la humedad y la temperatura a la que se originaban los núcleos de hielo en torno al polvo en suspensión. En el ensayo con plomo, las nubes se formaban con un aire menos frío y más deshidratado.

Los científicos creen, basándose en simulaciones por ordenador, que esta perturbación de los cielos puede tener un aspecto positivo. Las nubes estudiadas, cargadas con plomo y a bajas altitudes en determinados puntos del hemisferio norte, permiten que la radiación solar recibida por la Tierra vuelva al espacio, favoreciendo el enfriamiento en regiones afectadas por el cambio climático.

 

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