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Bruselas choca con Francia y Alemania por la reducción del CO2

La Comisión Europea advierte de que reducir un 30% el CO2 en 2020 es barato e imprescindible para la competitividad

DANIEL BASTEIRO

Si no es por el clima en el mundo, que sea al menos por la economía en Europa. Ése parece ser el nuevo leitmotiv de la Comisión Europea, que este miércoles presentó un estudio que resalta las ventajas de reducir en 2020 las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera en un 30%, lejos del objetivo actual, del 20%. La comisaria de Acción Climática, Connie Hedegaard, no propuso abiertamente dar el salto, consciente de que los Gobiernos de la Unión Europea están sufriendo ahora los peores efectos de la crisis económica. Sin embargo, la crisis ha abaratado mucho los costes de reducción de CO2, especialmente porque la actividad industrial ha descendido. Reducir en un 30% las emisiones de CO2, con respecto a los niveles de 1990, costaría 81.000 millones de euros a los 27, mientras que una reducción del 20% representaría, cuando en 2008 se fraguó la estrategia europea, 70.000 millones.

El martes, Alemania y Francia anunciaron que los argumentos de Bruselas no les convencen. 'Hemos transmitido nuestra preocupación acerca de la proposición de la Comisión', aseguró el ministro de Industria galo, Christian Estrosi, en una rueda de prensa junto al ministro alemán de Economía, Rainer Bruederle. Según ellos, la economía no puede en estos momentos soportar el coste de reorientarse hacia el crecimiento verde o arriesgarse a que parte de la industria contaminante se deslocalice en favor de países con regulación más laxa.

Para Hedegaard, el esfuerzo no sólo merece la pena desde el punto de vista económico. Para los técnicos comunitarios es imprescindible. 'No se puede imaginar cómo de rápido se mueve todo ahí fuera, es surrealista', asegura la comisaria en referencia al crecimiento chino. Según ella, países como China o India podrían adelantarse en la inversión en innovación energética dejando a Europa en una posición menos competitiva. 'Es el negocio del siglo 21', algo que saben 'también Corea del Sur y Brasil', aseguró la comisaria.

'Si permanecemos parados, perderemos nuestra primera posición' en este ámbito, aseguró la comisaria. Hedegaard se mostró bastante cauta sobre las negociaciones climáticas globales tras la sensación de fracaso de la cumbre de Copenhague. La postura oficial de los 27, a la cual se remiten Francia y Alemania, insiste en que la UE no puede pasar de un 20 a un 30% en la reducción de CO2 de manera unilateral, sino que tiene que haber esfuerzos por parte de los países emergentes, que todavía no están dispuestos. Aunque Bruselas defiende las ventajas del salto en Europa, Hedegaard aseguró que no se dan todavía las circunstancias políticas para pactarlo.

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