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Zapatero ordena que se pacte el Presupuesto con las izquierdas

El presidente fijó la pauta para negociar en la reunión con sus vicepresidentes

GONZALO LÓPEZ ALBA

El acuerdo alcanzado ayer para ampliar la ayuda de 420 euros a los parados sin prestaciones anticipa la estrategia del Gobierno para aprobar los Presupuestos de 2010, según confirmaron a Público fuentes gubernamentales.

José Luis Rodríguez Zapatero ordenó el martes, en la reunión de coordinación a la que convocó a los tres vicepresidentes del Gobierno, que se dé prioridad en la negociación al nuevo polo de izquierdas que han configurado IU-ICV, BNG y Nafarroa Bai, que suman cinco votos a los 169 socialistas y le aseguran prácticamente la mayoría absoluta situada en 176 Coalición Canaria (2 escaños) y UPN (1) mantienen un apoyo estable al PSOE, a cambio de contrapartidas territoriales.

El gasto social será el único que se salve del tijeretazo presupuestario

La negociación de la ayuda a los parados, que han pilotado el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, José Antonio Alonso, y Gaspar Llamazares por el polo de izquierdas, tuvo el efecto de arrastrar de forma prácticamente automática a ERC, cuyos intereses están más centrados en lo que ha dado en llamarse la carpeta catalana que en la reforma fiscal, pero cuyos representantes tampoco quieren aparecer como los esquiroles de la izquierda.

Aislar al Partido Popular

El PSOE negoció en paralelo con CiU, que había presentado una moción en la que planteaba la solución finalmente adoptada. Asegurada la mayoría, el acuerdo provocó un efecto dominó que motivó la incorporación del resto de los grupos, dejando aislado al PP.

Moncloa intentará incorporar también al acuerdo a los nacionalistas

Este es el escenario ideal que Zapatero busca reproducir con los Presupuestos y la Ley de Economía Sostenible, aunque será más difícil de lograr por tener un sesgo ideológico mucho más nítido. Lo quiere así por aritmética parlamentaria, pero también por coherencia con la orientación que ha decidido imprimir al principal instrumento de política económica del Ejecutivo, que sufrirá un fuerte tijeretazo en todas las partidas, salvo en gasto social, según confirmaron fuentes gubernamentales.

'Nuestro planteamiento para combatir la crisis y acelerar la recuperación coincide más con los grupos de izquierda que con los de la derecha', argumentan estos interlocutores. La coincidencia se sustenta en los mismos dos elementos que han servido de argamasa para el nuevo polo de izquierdas: una fuerte inversión pública en gasto social para proteger a los sectores más castigados por la crisis y un incremento de los recursos públicos a través de una fiscalidad más dura para los capitales y plusvalías .

Pero, al igual que ha ocurrido con la prestación para los parados, el presidente no se conforma con esta alianza de izquierdas y buscará 'el mayor apoyo posible'. Descartado cualquier entendimiento con el PP, la expectativa y la incógnita está en el PNV y CiU.

El hecho de que los partidos catalanes ya se encuentren inmersos en la precampaña para las elecciones del otoño de 2010 dificulta el entendimiento con la coalición nacionalista, pero los socialistas creen que puede avenirse a algún acuerdo porque también necesita reivindicar ante su electorado su capacidad de influir en Madrid.

En cuanto al PNV, aunque el acuerdo está lastrado por la posibilidad de que PP y PSE le arrebaten la Diputación de Álava, el PSOE cuenta con que un sector importante aboga por una 'oposición constructiva' que impida al nacionalismo vasco 'caer en el ostracismo'.

 

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