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Zapatero defiende su reforma laboral y de cajas y los cambios en las pensiones

EFE

El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, defendió hoy ante el G20 las reformas emprendidas en España para reestructurar las cajas de ahorros y flexibilizar el mercado laboral y abogó también por emprender cambios en las pensiones para garantizar su sostenibilidad.

Según informaron fuentes del Ejecutivo, Zapatero, uno de los oradores de la cena con la que comenzó la cumbre del G20, destacó la capacidad de las principales potencias a la hora de adoptar medidas coordinadas frente a la grave crisis financiera iniciada en 2008 y consideró que el actual desafío es compatibilizar los ajustes con el impulso al crecimiento.

Entre las reformas puestas en marcha en España, expuso al resto de mandatarios la reestructuración del sistema de cajas de ahorro, que afectará finalmente a 39 de las 45 entidades y supondrá un recorte de entre el 20 y el 25 por ciento de las oficinas y del 15 por ciento de las plantillas.

Explicó además los ejes de la reforma legal que el Gobierno negocia con el PP para permitir que las cajas se financien con capital privado, lo que otorgará derecho de voto a los accionistas.

Sobre la reforma laboral, Zapatero garantizó que su objetivo es flexibilizar la adaptación de las plantillas a las diferentes coyunturas, clarificando las causas de los despidos objetivos por causas económicas y, al tiempo, reducir la elevada tasa de temporalidad.

Y como tercer objetivo, recalcó la importancia de abordar la reforma del sistema de pensiones, objeto de negociación en la mesa del Pacto de Toledo.

Según los datos que maneja el Ejecutivo, si en la actualidad hay cinco jubilados por cada diez trabajadores, en 2050 habrá nueve jubilados por cada diez trabajadores.

Zapatero, presidente de turno de la UE, expuso también ante el resto de comensales las dificultades que ha atravesado Europa en los últimos meses, el rescate de Grecia y el mecanismo de ayuda financiera aprobado para futuras crisis.

En este contexto, defendió los planes de consolidación fiscal, pero insistió en la necesidad de hacerlos compatibles con el impulso del crecimiento económico, uno de los objetivos que busca en esta cumbre el presidente estadounidense, Barack Obama.

Europa, añadió, ha resultado especialmente castigada por los mercados por su excesiva deuda y ha optado por acelerar la reducción del déficit, pero es necesario también no retirar todos los estímulos fiscales.

Ante las turbulencias de los mercados financieros, apostó por hacer públicos los resultados de los test de resistencia de las entidades financieras para mostrar su solvencia, decisión que ya ha adoptado España y la UE y que harán efectiva en julio.

En la mesa de la cena, el protocolo canadiense sentó a Zapatero entre el representante australiano y el sudafricano.

Mañana comenzará su agenda con la sesión plenaria de la cumbre y tiene previsto también mantener breves encuentros con los líderes de Turquía, India, Indonesia, Japón, Arabia Saudí y Rusia, país que espera visitar este verano invitado por su presiente Dmitri Medvédev.

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