El francés Nicolas Vogondy logró el jueves la victoria en la cuarta etapa del Criterium du Dauphine, un éxito que parecía poco probable a principios de año cuando se le negó una licencia por problemas cardiacos.

Al bicampeón francés, que ganó en solitario en la cima de la estación de esquí de Risoul, le dijo la Federación Francesa en enero que no podría correr después de que se le encontrara que sufría de ritmo cardíaco irregular.

Posteriormente, se le dio el visto bueno tras someterse a más pruebas médicos y el corredor de 32 años demostró que aún podría cambiar el ritmo cuando importa, acelerando en los últimos dos kilómetros y batiendo a sus rivales.

Su compatriota Romain Sicard fue segundo a 12 segundos. El líder de la general, el esloveno Janez Brajkovic, fue tercero seguido del bicampeón del Tour de Francia, Alberto Contador, a dos segundos más. El de Pinto es tercero en la general a 1:41 de Brajkovic.

El impacto en la clasificación general fue limitado a pesar de que Vogondy subió al quinto puesto, a dos minutos y 43 segundos de Brajkovic.

"Fui campeón de Francia en dos ocasiones, pero esto es aún mejor por ganar en una carrera en la que estás con gente como Contador o el campeón olímpico Samuel Sánchez. Es un sueño hecho realidad", afirmó Vogondy, que corre para el equipo francés Bouygues Telecom.

"El equipo ha tenido buenos resultados desde el comienzo de la temporada y espero que ayude a Jean-Rene Bernaudeau (director del equipo) a encontrar nuevos patrocinadores a final de temporada", agregó.

Ayudado en la mayor parte del final de la etapa por su equipo RadioShack y especialmente por el americano Chris Horner, el dueño del jersey amarillo Brajkovic se contentó con mantenerse por detrás de Contador al encontrarse sin compañeros de equipo. El esloveno incluso superó al español en la línea de meta.

Sin embargo, el madrileño también tenía motivos para estar feliz. Después de perder el liderato de la carrera ante Brajkovic el miércoles en una contrarreloj de 49 kilómetros, Contador se mantuvo fiel a su palabra y siguió probándose a sí mismo en los cambios de ritmo en los últimos 15 kilómetros.

La quinta etapa del viernes, que llega a Grenobl,e incluye dos grandes subidas, primero el Lautaret y luego el Chamrousse cerca del final.