El Tribunal Correccional de París concluyó hoy en París la vista del caso "Clearstream", un juicio en el que está imputado el ex primer ministro francés, Dominique de Villepin y cuyo veredicto se conocerá el próximo 28 de enero.

Villepin, en un proceso en el que se enfrenta esencialmente al presidente de la República, declaró al terminar las alegaciones de la defensa que no guarda rencor a Nicolas Sarkozy, que le mantiene su "mano abierta" y que lo que quiere es "servir a los franceses".

Pero el ex primer ministro, para el que la acusación solicitó durante el juicio una condena de 18 meses de cárcel exentos de cumplimiento y 45.000 euros de multa, consideró en el proceso, cuya vista ha durado cinco semanas, que este es "político" y que fue orquestado por el presidente Sarkozy.

La Fiscalía pidió la condena del ex primer ministro por considerar que conocía en 2004 la falsedad de unos listados de nombres de beneficiarios de cobros de comisiones ilegales en el llamado "caso Clearstream" y, pese a ello, había guardado silencio.

Pero el abogado de Villepin, Olivier Metzner, aseguró el jueves que "nunca nadie ha sido condenado en Francia por haber dejado de hacer algo".

Entre los nombres que figuraban en esos listados estaba el del entonces ministro de Economía Nicolas Sarkozy, lo que llevó a los investigadores a sospechar que Villepin quiso así debilitar al que era su rival político por la hegemonía del partido conservador galo.

La Fiscalía pidió además una pena de año y medio de prisión firme y otro tanto exento de cumplimiento y una multa de 45.000 euros contra el ex vicepresidente del consorcio aeronáutico y de la defensa EADS Jean-Louis Gergorin, considerado por la acusación el "artesano" del complot.

Contra el autor material de los listados, el informático Imad Lahoud, la Fiscalía solicitó año y medio de prisión firme y medio año exento de cumplimiento, además de una multa similar.