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El "viejo rockero" se despide de las giras pero no de los "sin voz"

EFE

El "viejo rockero" Miguel Ríos inicia este verano una gira de dos años con la que dirá adiós a muchos kilómetros de carreteras recorridos a lo largo de medio siglo de carrera musical, aunque en el anuncio de su despedida dejó claro que seguirá actuando en conciertos benéficos para "los sin voz".

El compositor granadino dará inicio a su última gira por España y Latinoamérica el próximo 11 de julio, fecha en la que protagonizará el concierto "Miguel Ríos y sus amigos" de la cuarta edición de "Músicos en la Naturaleza", que se celebra cada verano en el paraje natural de la sierra de Gredos.

Miguel Ríos, quien se despidió leyendo unas palabras escritas por él para la ocasión, recordó que "lo normal es que te despidan" de los escenarios, "que mueras en la carretera, o como Antonio Vega, que mueras en la cama a una edad intempestiva e inmerecida", no que uno se retire voluntariamente.

"He tenido la suerte de poder elegir el momento justo para decirle adiós a la carretera y al público que me ha traído hasta aquí, a las puertas de mis 65 años", subrayó el cantante, quien consideró que, después de casi cincuenta años de oficio, se ha mantenido "con un nivel aceptable de creatividad en una forma vocal y física para muchos estimable".

Con su última gira, el viejo rockero pretende "agradecer en persona" a sus seguidores su apoyo "con las canciones que han jalonado nuestras vidas", en una despedida "alegre y participativa" en la que contará con la colaboración de muchos compañeros de oficio.

Ríos consideró que su despedida es "lógica", y relató que con "Memorias de la carretera" iniciarán una larga gira de dos años con tres tipos de concierto: uno eléctrico, otro acústico y otro del estilo de la "Big Band", tanto en España como en América Latina, en los que se tocará "lo más extenso de mi repertorio".

"Cuando quisiera empezar otra nueva gira sería demasiado tarde, porque pegar saltos con más de 70 años puede ser tan cachondo para algunos como irreal para mí", indicó el cantante, quien aseguró que su decisión está avalada por una antigua frase de su madre en la que le pedía que no se hiciese viejo en un escenario.

Se reconoció "contento y tranquilo" ya que -dijo- al final de su carretera "siempre habrá una sociedad civil que suele reclamarme para que cante en conciertos solidarios y en actos para los más desfavorecidos, para los sin voz", actividades -aseguró- "a las que me dedicaré en el futuro".

De esta forma, pretende devolverle a la sociedad "parte de lo que me ha dado", además de contribuir a "matar el gusanillo" de la música que a buen seguro tendrá.

A su concierto "colectivo" de Gredos, el cantante le ha llamado "La noche verde", en contraposición con el de "La noche roja" que dio en 1978 y también por la connotación de paraje natural del sitio en el que se celebrará, y señaló que el hecho de que le hayan precedido en el mismo sitio artistas como Bob Dylan o Sting "me da un punto de placer y de responsabilidad".

El artista reconoció su alegría por el "homenaje" que en menos de un año le han hecho sus amigos, al editar a finales de 2008 el disco "Solo o en compañía de otros", y el próximo 2 de junio "Bienvenidos", un tributo a su obra en el que participan, entre otros, Serrat, Sabina, Amaral, Bunbury, Quique González, Secretos, Chambao, Rosendo y Ana Belén, con clásicos del artista granadino y en el que él -dijo- ha tenido "cero" participación.

José Manuel Jiménez, responsable de la Fundación Patrimonio Natural Castilla y León, encargada de la organización del Festival, señaló que con la participación de Miguel Ríos han querido "inundar Gredos de buena música".

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